El consumo de alcohol y tabaco, vicios que predominan
Hortensia Rivera Baños: El consumo de alcohol y tabaco, vicios que predominan.
En todas las culturas el alcohol se ha utilizado como un relajante. Su aceptación tan generalizada encubre el hecho de que por afectar la vida de tanta gente, es tal vez el fármaco más peligroso de todos.
Si al tomar un trago una persona experimenta una sensación de euforia, le sorprenderá enterarse de que el alcohol figura entre los depresores, porque reduce el nivel de actividad del sistema nervioso central. Al parecer, actúa directamente en la membrana de la célula nerviosa para atenuar los impulsos eléctricos. Así, el efecto del aumento de la concentración sanguínea de alcohol parece producirse en dos fases: una fase de excitación seguida por otra de depresión. Por desgracia, cuando aparece la segunda, algunas personas ingieren mayores cantidades con la esperanza de sentirse mejor, estrategia del todo contraproducente.
Como todos sabemos, el alcohol genera muy diversos abusos y conductas reprobables. Los expertos estiman que casi dos tercios de los asesinatos y un tercio de los suicidios se relacionan de alguna manera con él, lo mismo que las muertes en incendios, los accidentes automovilísticos y los casos de ahogamiento. La cirrosis hepática, trastorno que se debe al alcohol, causa la muerte de un elevado porcentaje de personas.
Otro de los dañinos hábitos, que diariamente provoca defunciones, es el consumo del cigarro. Desde hace bastante tiempo, los medios de comunicación masiva a nuestro alcance, han redoblado las campañas, señalándole a los adictos los terribles daños a que se exponen. La Secretaría de Salubridad y Asistencia ha requerido a los fabricantes de este artículo la obligación de imprimir en la cajetilla la leyenda: “El Código Sanitario establece que este producto puede ser nocivo para la salud”. La respuesta a tal mensaje ha sido decepcionante, pues esta dependencia, que se ha echado a cuesta la humanística labor de motivar al público, no ha logrado los resultados positivos esperados. Con todo y que además se ha divulgado que el consumir unos 20 cigarros al día, en un periodo de 20 años, se intensifican las posibilidades de contraer males del aparato respiratorio, tales como laringitis, bronquitis, enfisemas pulmonares y el temible cáncer.
A pesar de estas peligrosas advertencias, no ha disminuido el consumo, ni el número de fumadores. No han querido colaborar en este problema. Según estadísticas fidedignas, entre la población que se contamina con este producto, el 40% lo integran los hombres y el 30% las mujeres. Asimismo, expertos en distintas ramas de la medicina han señalado que no existe hasta el momento ningún medicamento que logre suspender o aborrecer el vicio del tabaco. Que para una mayor orientación, han lanzado literatura que informa sobre las causas que inducen a la persona a adquirir esta mala costumbre, pero desafortunadamente el pueblo en general prefiere leer los pasquines, que ilustrarse con todo lo que aporte cultura. Indiscutiblemente, que la solución está en nosotros mismos, pues si sabemos que este vicio está atrofiándonos el organismo, la voluntad debe ser inquebrantable para conseguir erradicarlo.