Es infinitamente placentero hablar de las mujeres mexicanas que dejaron indelebles huellas en diversas actividades: el magisterio, acciones altruistas para beneficio de la población, así como en el ámbito político.

Hoy recordamos a la maestra Griselda Álvarez Ponce de León. Nacida en Guadalajara, Jalisco, el 5 de abril de 1913, quien fuera la primer mujer gobernadora en México, por el estado de Colima, asumió el cargo del 1 de noviembre de 1979 al año de 1985. Durante sus actividades relevantes en la entidad, destacan la Reforma al Código Penal y Civil Local, para que los hijos de las presidiarias no tuvieran que nacer dentro de los centros penitenciarios, abrió oportunidades para que las sexoservidoras pudieran cambiar de actividad laboral y, ante todo, enfocó su principal atención en la educación pública, así como la universidad del Estado. Al término de su gestión laboró como directora del Museo Nacional de Historia en 1987, igualmente fue presidenta de jurados literarios y lingüística de los Premios Nacionales de Ciencias y Artes en 1988.

Fue condecorada y galardonada con diversas distinciones, entre las que destacan la Medalla “General Manuel Álvarez”, que le fue otorgada por la XLVLL Legislatura del Estado de Colima en 1989; en 1993 recibió la Medalla al Mérito en Letras “Benito Juárez”, y tres años después el Senado de la República la condecoró con la Medalla “Belisario Domínguez”.

Inició su carrera en la administración pública durante el sexenio de Adolfo López Mateos, en esa época la nombraron subdirectora General de Acción Social Educativa de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Así mismo, fungió como jefa de Servicios Sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de 1965 a 1970, también ocupó el cargo de Senadora de 1976 a 1979.

Como parte de su legado literario escribió: “Cementerio de pájaros” (1956), “Algunas mujeres en la historia de México” (1975), “Apuntes para los amigos de letras” (1980), “Memorias de la primera Gobernadora” (1992), “Por las colinas del sur” (2000), “La sombra niña ll”, “Historia de la luz” (2016 obra póstuma), “Erótica para la paz” (1963), entre otros libros.

Todo el camino forjado durante su vida, para que las mujeres mexicanas se incorporaran a la toma de decisiones en nuestro país, por eso y muchas cosas más en pro de la mujer, la recordemos hoy, como una mujer feminista militante, hasta su fallecimiento, ocurrido el 26 de marzo de 2009 en la Ciudad de México.

Finalmente nos quedamos con sus palabras, que hoy en día siguen resonando en el sentir de las mujeres y nos deja la puerta abierta para la reflexión: “Vivamos un tiempo nuevo de plena igualdad con los hombres; sin privilegios que no requerimos, pero sin desventajas que no merecemos”.