Sobre la vida y las verdades
Hortensia Rivera Baños: Sobre la vida y las verdades.
Reflexionando sobre aquel ensayo que Miguel Unamuno, escritor y filósofo español, dictó en febrero de 1908 sobre la vida y la verdad. Quiero tomar de él, cuando defendió su frase: “buscar la vida en la verdad”. Según dice Unamuno: “la suprema virtud de un hombre debe ser la sinceridad”.
Pero que complicado se vuelve para muchas personas el tema de hablar con la verdad y encarar la vida con realidades. De esto habla el prestigioso escritor Unamuno, de “una vida llena de verdades”. Y es que resalta el hecho de que la verdad siempre va estar viva, aunque para muchas personas esta afirmación se vuelvan acciones dogmáticas y transfiguran esta realidad de la existencia, ya que la van secuestrando para fines que sólo beneficien a sus cultos y van matando el espíritu. Las grandes verdades y las grandes mentiras nos transportan a un mundo que se reconoce en la política, en las religiones, en la vida diaria. La existencia se está rigiendo con grandes mentiras que terminan en actos que perjudican al entorno de aquel que evita hablar con la desnuda palabra. Las personas que eluden vivir de manera consciente, con los retos que conlleva, no viven con plenitud y a la larga, su vida caerá en un deterioro espiritual.
No se trata de dictar un régimen de verdades que carezcan de sus respectivas acciones. Cuando se enfrenta la vida con veracidad, también se debe encarar la vida con actos que vivifiquen dichas verdades, de lo contrario estaríamos mirando de frente a la hipocresía que es el hermano mayor de la mentira. Hablar y vivenciar, hablar y que el corazón dicte sinceridades que se lleven al campo de las circunstancias, es un compromiso que tenemos con nosotros mismos. No podemos sembrar flores y cosechar melones.
“Buscar la vida de las verdades todas”. Reflexionemos un poco: ¿cómo puedes encontrar veracidad en un mundo regido por creencias que benefician a unos cuantos y perjudican a los más? La mentira es uno de los grandes males de la humanidad. Decía Unamuno: “la raíz de muchos conflictos de convivencia nace de la mentira que fomentan discursos de odio que faltan a la verdad”.
Las mentiras bonitas no benefician a nadie. Todo lo anterior nos invita a la reflexión en la boca de esos grandes líderes religiosos y políticos. La época electoral que se vive en el país, la Semana Santa que se vive en todo el mundo. Confiemos en que cada líder, político y religioso sea capaz de llevar a la vida cotidiana esa realidad necesaria, sin disfraces, la verdad con actos que favorezca al que más necesite. Seamos nosotros de igual manera portadores de la verdad, hablar lo hacemos todos, pero es de unos cuantos la virtud de hablar sinceramente y actuar en relación a lo dictado por las palabras.