A unos días de que se lleven a cabo las elecciones en México, teniendo éstas un significado por demás histórico, ya que las posibilidades de que una mujer se siente en la silla presidencial son muy altas, por no decir contundentes, recordamos en la historia, la lucha que se ha gestado por los derechos de la mujer en la política. Se cumplieron 70 años de que las mujeres puedan votar y ser votadas.

La exigencia por el voto femenino en otras partes del mundo fue motivo de inspiración para las mexicanas de esa época, que ya se estaban abriendo brecha en este contexto, un ejemplo de esto, el Primer Congreso feminista en Mérida, Yucatán, en 1916. En este congreso se abordaron temas como el voto, la participación activa de la mujer en la política, la eterna lucha de la igualdad salarial y la educación. Por otro lado, y en este mismo año, Hermila Galindo envió una iniciativa al Congreso constituyente en Querétaro, en donde exigía el voto femenino: “No existe razón fundamental para que la mujer no participe en la política de su país, pues sus derechos naturales son indistintos a los del hombre y, por consecuencia, los que se derivan de esos derechos, que debemos considerar como primordiales, no hay razón para que a la mujer se le nieguen. Es cosa aceptada y sancionada en principio general de la justicia, por el juicio moral de todas las sociedades civilizadas, que la igualdad ante la ley debe ser completa”.

Es así como esta mujer abrió caminos fundamentales en la política mexicana, se postuló en 1918 como Diputada federal por el V Distrito Electoral del Distrito Federal, cabe mencionar que fue la primera postulación en la historia de México, y aunque no llegó a ocupar el cargo, marcó un antecedente para las generaciones futuras.

En 1937 siendo presidente Lázaro Cárdenas del Río, envió a la cámara de Diputados una iniciativa de ley, donde solicitó el voto femenino. Todo marchó a pedir de boca, incluso fue aprobada por ambas cámaras de senadores y diputados, sin embargo a punto de convertirse en ley, se dio marcha atrás y tuvo que pasar mucho tiempo para que la mujer viera efectivo su derecho en las urnas.

Adolfo Ruiz Cortinez llegó al poder, y este decreto de ley que por tantos años estuvo guardado y olvidado, cobró fuerza y se comprometió a darle vida a esta iniciativa. El decreto de ley se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 17 de octubre de 1953, por fin las mujeres podrían votar y ser votadas y fue en 1955 que por primera vez en todo el país el voto femenino vio la luz.

Todo está listo para el 2 de junio del 2024, el país entero vive con gran ansiedad este proceso electoral, México podría tener su primera mujer sentada en la silla presidencial. ¿Estaremos preparados como ciudadanos para este momento?