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Ayer se conmemoró el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, una iniciativa que desde 1993 contó con el aval de la Organización de Naciones Unidas y cuyo objetivo es impulsar y fortalecer la educación en y para el respeto de los derechos humanos, la solidaridad y la concordia.

Nuestro país ha salido muy mal librado en el tema de acoso escolar, al 2023 ocupamos el primer lugar con más de 180,000 casos graves de bullying y ciberbullying, debajo de nosotros está Estados Unidos y China.

Ante esta situación, los padres nos podemos preguntar qué hacer para enseñar a nuestros hijos a que respeten y sean respetados por sus compañeros en la escuela, pero sobre todo cómo enfrentar los conflictos si sucedieran.

Los psicólogos están de acuerdo que es en casa donde se adquieren las herramientas necesarias para el abordaje de estas y otras situaciones; recomiendan a los padres de familia que si nuestros hijos crecen en un ambiente seguro y estable donde se les da la oportunidad de expresar libremente sus pensamientos y emociones, será mucho más sencillo que ellos puedan identificar ocasiones de peligro, de conflicto o enfrentamiento.

Es importante también saber distinguir el bullying de conflictos “normales” entre chicos. Según la Organización Mundial de la Salud, se define como el acoso físico o psicológico al que someten de forma continua a un alumno sus compañeros; puede ser físico, verbal, psicológico, sexual, social o cibernético.

Un conflicto normal es infrecuente, no existe desbalance de poder, genera un sentimiento de culpa por parte de los implicados, y ante la mediación de otro existe normalmente la intención de resolver el problema. En cambio, en el bullying el acoso es intencional y va dirigido a una persona en particular, se hace repetitivo y existe un desbalance de poder, pues se dirige contra quien tiene dificultad para defenderse.

A nuestros hijos les tenemos que hacer sentirse y saberse amados y seguros practicando en familia la comunicación efectiva, enseñándoles a ponerle nombre a sus emociones, evitando comparaciones entre hermanos, reconociendo sus habilidades y cualidades y expresándonos bien de las personas que tenemos a nuestro alrededor.

Ayudarles en la resolución de problemas y toma de decisiones de acuerdo a su edad les convertirá en adultos independientes y seguros; los papás estamos para ayudarles proporcionando apoyo, consejo, escucha, opinión y orientación fomentando su autonomía e independencia para que sean responsables de sus elecciones y alcancen la madurez.

Para conseguir que nuestros hijos se sientan más seguros de sí mismos y desarrollen una sana autoestima no caigamos en el error de victimizarlos, la sobreprotección no les beneficia en absoluto.

Dales libertad para elegir a sus amigos, si tienen sus valores bien definidos sabrán hacer buenas elecciones. Ayúdales a crear memorias con sus amigos, esto, además de darles sentido de pertenencia, les fortalecerá en momentos críticos. Y convierte los errores en oportunidades de aprendizaje.

Para desarmar a un “bully” evita darle señales de enojo y devuélvele frases positivas a todas sus provocaciones, verás que de inmediato queda “desarmado”.

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