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Apropósito del día que hoy festejamos, queremos hacer unas reflexiones que nos inviten a valorar el amor, ya que el anhelo más grande del corazón humano es amar y saberse amado.

En la sociedad actual, sin importar en qué país o en qué ciudad se viva, los padres de familia tenemos el reto de educar a nuestros hijos en medio de un ambiente “erotizado” que confunde a los niños y a los jóvenes, pues la palabra amor se ha desdibujado al punto de que para algunos ya carece de sentido.

Para otros es, si acaso, una palabra romántica que se usa en cualquier contexto, se “ama” a la mascota tanto como a los zapatos preferidos, y para unos más tener relaciones sexuales es equivalente a amar y se practica cual si fuera un deporte, que dicho sea de paso podría ser de “alto riesgo” a juzgar por los índices de embarazo adolescente y las infecciones de transmisión sexual.

Nuestros hijos son bombardeados a diario con mensajes que distorsionan el amor; los vemos en revistas, canciones, películas, series, telenovelas, video clips, memes, redes sociales, Youtube y el tik tok, que se ha vuelto tan popular para los jóvenes; les invitan a ejercer sus “derechos sexuales y reproductivos”, pero totalmente disociados del amor, del compromiso, de la entrega, de la fidelidad y de la responsabilidad que entraña.

Los medios han sacado al público lo que desde siempre había sido del ámbito privado. A juzgar por la forma en que se abordan las relaciones interpersonales y sexuales en los diversos programas, vemos cómo se les plantea a los espectadores con excesiva naturalidad que para tener relaciones íntimas ya ni siquiera es necesario conocer bien a la pareja en cuestión, dan mayor relevancia al momento de placer y cada quien sigue con su vida, no importa si estas relaciones se dan faltando a la fidelidad que se le debe a la pareja.

Muchos se ven convertidos en objetos de placer para quienes debieran ser sujetos de amor, lo cual les deja profundas heridas en el corazón difíciles de sanar y reparar, que les dificulta llevar relaciones duraderas basadas en el verdadero amor.

¿Cómo enseñarles a amar a nuestros hijos? Es bien sabido que el libro de amor que los hijos tienen a la mano es el amor de sus padres, el testimonio que les comparten les irá marcando a lo largo de su vida y posteriormente descubrirán que la amistad es el primer paso para ir creciendo en el amor.

Tenemos que formar la voluntad, la inteligencia y la libertad, sólo quien es dueño de sí mismo puede ser dueño de sus acciones y actuar con responsabilidad ante las consecuencias. Podemos empezar por enseñarles que el amor debe de ser libre, total, fiel, fecundo, y que sólo cuando se dan estos atributos el amor es real y no un espejismo.

Para educar en el amor la persona tiene que estar al centro, tenemos que querer su mayor bien y por ello el compromiso se da por añadidura.

Si abdicamos de nuestro derecho de padres para educar a los hijos en la sexualidad sucumbiendo a los programas de Gobierno carentes de formación humana habremos fracasado en la formación del corazón de nuestros hijos.

En este día especial deseamos que la belleza, bondad y veracidad del amor sea nuestra mejor carta para aquellos que nos rodean y que con nuestros actos de amor se sepan bien amados. ¡Feliz día de San Valentín!

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