|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El mes de abril nos invita a reflexionar en la niñez, ya en los medios se ve, se escucha toda clase de actividades para festejar el Día del Niño, y no seremos la excepción para también sumarnos al movimiento infantil que nos interpela de distintas formas.

Lo primero que nos gustaría comentar es que, iniciadas las campañas políticas, no se ve clara la agenda de infancia de los distintos candidatos. Conociendo que la primera infancia (desde la gestación y los primeros mil días del menor) son una etapa crítica en el desarrollo de la persona, esperaríamos que se generaran políticas públicas orientadas a privilegiar este período crucial en la vida de cada pequeño.

En estos primeros años de vida, el desarrollo de los sistemas metábolicos y del cerebro son sumamente importantes para desplegar la capacidad de aprender, de planear, de resolver problemas, de posponer la recompensa, de ser empáticos y de amar a los demás; también en esta etapa se va desarrollando la conducta social o antisocial, la propensión a la violencia e, incluso, si seremos presa fácil de enfermedades crónicas, por lo que las condiciones que desde el Gobierno se vayan gestando en materia de protección a la infancia serán fructíferas para su familia y la comunidad en conjunto.

Empezar a posicionar una perspectiva de infancia tiene que ver con garantizar el bienestar integral de los niños y niñas, así como en proteger y promover sus derechos de acuerdo a su interés superior. Aquí compartimos unas áreas clave para esta primera etapa:

1. Salud y nutrición. Un Estado o Gobierno que adopta una perspectiva de infancia debe pririzar el acceso a servicios de salud de calidad, incluida la atención médica preventiva y tratamientos adecuados. Esto incluye cuidado prenatal y postnatal, programas de vacunación, acceso a alimentos nutritivos y educación que combata la malnutrición infantil.

2. Educación y desarrollo temprano. Garantizar el acceso universal a educación de calidad, sin sesgos ideológicos y desde la primera infancia hasta la adolescencia, así como oportunidades de aprendizaje en entornos seguros, fomentando el desarrollo socioemocional y cognitivo desde una edad temprana.

3. Protección infantil. Es preponderante que los gobiernos establezcan y hagan cumplir leyes y políticas públicas para proteger a la niñez contra la violencia, el abuso, la explotación y la negligencia. Esto conlleva la implementación de sistemas efectivos de protección, como líneas de ayuda, servicio de apoyo a víctimas y programas de prevención del maltrato infantil.

4. Igualdad de oportunidades. El Gobierno que adopta una perspectiva de infancia debe trabajar por que los niños y niñas alcancen su máximo potencial, abordando las desigualdades socioeconómicas, étnicas o de cualquier otra índole que impida o afecte el acceso a las oportunidades de educación, salud o desarrollo.

Trabajar por la infancia implica también adoptar una perspectiva de familia, pues es en ella dónde los pequeños deben encontrar el ambiente más seguro; lamentablemente, no siempre es así, por lo que el Estado debe poner su máximo empeño, ayudar a la familia, tiene como resultado mejorar el bienestar de quienes conforman el presente y futuro de nuestro país.

Lo más leído

skeleton





skeleton