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Esta semana tuvimos la noticia de que se desmanteló una red de tráfico de infantes en México, concretamente operaban en tres estados: Chiapas, Puebla y Morelos, y se logró rescatar a unos niños.

La trata de personas se abordó por primera vez en el 2000, en el Protocolo de Palermo desde las Naciones Unidas, dando de ella la siguiente definición: “la captación, el traslado, el transporte, la acogida o la recepción de una persona utilizando la violencia, amenazas, engaño, rapto, el abuso de poder o abuso de la situación de vulnerabilidad u otros elementos de coacción con el fin de someterla a explotación y lucrarse con su actividad”.

Este jugoso negocio es un moderno modelo de esclavitud, y representa el tercer delito mundial, sólo seguido del fentanilo (narcotráfico) y el tráfico de armas.

El mercado de la trata de personas se calcula en casi 32 mil millones de dólares anuales y, lamentablemente, sigue creciendo por la corrupción, la impunidad y la demanda.

Este problema que es multifactorial tiene que ver con la situación de pobreza que viven miles de mujeres y pequeños en distintos países, sobre todo quienes viven en el ámbito rural.

Los reclutadores o secuestradores han dirigido la mirada y sus acciones justamente hacia esos medios, haciendo labores de investigación de campo para conocer que chicas estarían dispuestas a migrar a otro país con el afán de mejorar su condición económica. Esto explica cómo es que las pueden sacar de su país y una vez que las han trasladado a otro las despojan de sus documentos legales para poderlas explotar, ya sea para fines laborales o sexuales, sin la menor oportunidad de ser denunciados; los menores además de ser explotados, con fines laborales o sexuales, también son utilizados para el tráfico de órganos.

Sólo imaginar a los miles de padres de familia en busca de sus hijas/os sin la menor oportunidad de encontrarlos, hace que se nos arrugue el corazón, pero no sólo eso, sino que nos dispone a la acción, ¿Cómo poder erradicar este enorme problema? ¿Qué puedo hacer desde mi humilde ámbito de acción? Aunque sea un pequeño grano de arena se puede contribuir.

Son muchas las acciones que se deben de implementar para erradicar la explotación sexual, hacia adentro del país la política pública debe estar orientada a ofrecer verdaderas oportunidades de desarrollo para que ninguna persona se vea en la necesidad de abandonar su pueblo por hambre para encontrar bienestar y desarrollo; otra acción es el trabajo coordinado con los consulados, gobierno y sociedad civil, para poder llevar registros, identificar nacionalidades y repatriar a las víctimas; y una más, que el dinero incautado por este delito sirva para rehabilitar a las víctimas e indemnizarlas. No bastan las sanciones en los Códigos Penales.

Desde el ciudadano de a pie, debemos visualizar el problema, hacer consciencia con nuestros niños y jóvenes de la importancia de la formación y la seguridad, pero también tener ojos de lince para estar pendientes de lo que ocurre a nuestro alrededor, si hay menores no acompañados en algún sitio, o bien acompañados de personas que puedan ser sospechosas, estar al tanto y denunciar si hace falta la posibilidad de la comisión de un delito.

Por los testimonios de quienes han logrado escapar y sobrevivir a esta explotación nos hemos enterado de cómo operan las redes, los migrantes están en grave vulnerabilidad, seamos entonces la voz y los ojos de aquellos que puedan estar siendo esclavizados.

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