En una entrega pasada comentamos los principales retos que se le presentaban a Claudia Sheinbaum, y no menos importantes ahora veremos tres rubros que requieren atención en los sectores clave de salud, educación y empleo, áreas fundamentales para el desarrollo social y económico del país. Estos desafíos, exacerbados por la pandemia de Covid-19, las desigualdades persistentes y la urgencia de una recuperación económica, exigen una visión integral y medidas innovadoras para garantizar el bienestar de la población.

En materia de salud, el sistema mexicano requiere una profunda transformación. Uno de los retos más grandes es garantizar el acceso universal a servicios de calidad, especialmente en las zonas rurales y marginadas. La infraestructura hospitalaria sigue siendo deficiente en muchas regiones, y la falta de insumos médicos afecta tanto a los pacientes como al personal sanitario. Además, la creciente demanda por atención a enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes y enfermedades cardiovasculares, así como la salud mental, requieren una mayor inversión y programas de prevención. También será crucial fortalecer la producción y distribución de medicamentos, sobre todo en un contexto global de escasez y alta demanda.

En el ámbito educativo, Sheinbaum deberá enfrentar la brecha educativa que se profundizó durante la pandemia. Millones de estudiantes de escasos recursos se quedaron rezagados debido a la falta de acceso a tecnologías digitales y una infraestructura educativa desigual. La revalorización del magisterio, la actualización curricular con énfasis en habilidades digitales y pensamiento crítico, así como el fomento a la ciencia y la innovación, serán prioridades. A su vez, la reducción del abandono escolar, especialmente en las comunidades más vulnerables, es un desafío urgente para asegurar un sistema educativo inclusivo y de calidad.

En cuanto al empleo, el mercado laboral mexicano presenta retos significativos. Uno de los mayores es la creación de empleos formales y bien remunerados, en un entorno donde la informalidad sigue dominando. Sheinbaum deberá promover políticas que incentiven la inversión en sectores estratégicos como la tecnología y las energías renovables, además de fortalecer las capacidades de los trabajadores mediante programas de capacitación. Impulsar la equidad de género en el empleo y garantizar derechos laborales, como la seguridad social para todos, también será crucial para mejorar las condiciones de trabajo y reducir las desigualdades.

Repartir apoyos económicos a diestra y siniestra es una política clientelar, que aunque se diseñó para paliar las necesidades de las personas más vulnerables, sabemos que cobran dichos apoyos hasta personas que no están en necesidad extrema, y esto sólo desvía recursos para los retos principales.