“Canek”, para jóvenes de carácter

Jaime Méndez: “Canek”, para jóvenes de carácter.

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Es la obra más celebrada y difundida del escritor yucateco Ermilo Abreu Gómez. Aborda la historia de Jacinto Uc de los Santos, joven maya que se sublevó contra el yugo español en el año 1760. Aunque su lucha duró pocos meses, porque fue aprehendido, torturado y desmembrado, dejó una huella indeleble en la historia de las rebeliones ocurridas durante la Colonia. Abreu Gómez expresa poéticamente la fuerza y temple del indio maya en la figura de Canek, con lo cual se distancia de los hechos para plasmar una visión romántica del caudillo.

“Ermilo Abreu Gómez, fue uno de los más famosos escritores mexicanos, sus obras de crítica, de creación, su tarea de maestro en México y en el extranjero han servido a más de una generación y han consolidado su merecido prestigio, una de sus obras más hermosas es este pequeño libro “Canek”, lleno de misterio, bondad,malicia, y energía”, un libro que ha dejado una honda huella; “entre las historias y leyendas de nuestros héroes indígenas, nada hay más parecido a una colección de romances españoles o de baladas sajonas que este resumen poético de la vida de Canek”.

Estos son algunos fragmentos del famoso libro de Abreu Gómez:

Canek dijo: “los hombres blancos no saben de la tierra ni del mar ni del viento de estos lugares, ¿que saben ellos si noviembre es bueno para quebrar los maizales? ¿Qué saben si los peces ovan en octubre y las tortugas en marzo? ¿Qué saben si en febrero hay que librar a los hijos y a las cosas buenas de los vientos del sur? Ellos gozan, sin embargo, de todo lo que producen la tierra, el mar y el viento de estos lugares, ahora nos toca entender cómo y en qué tiempo debemos librarnos de este mal”.

Canek dijo: “es bueno saber cuan diferente es la necesidad del indio y la necesidad del blanco; al indio le basta para su sustento un cuartito de maíz, al blanco, no le basta un almud; se debe esto a que el indio come y bendice su tranquilidad, mientras el blanco come y desasosegado guarda todo lo que puede para mañana. El blanco no sabe que una jícara no lleva más agua que el agua que señalan sus bordes, la demás se derrama y se desperdicia”.

Canek dijo: “si te fijas puedes conocer la naturaleza y la intención de los caminantes, el blanco parece que marcha... el indio parece que duerme; el blanco husmea… el indio respira; el blanco avanza… el indio se aleja, el blanco quiere poder… el indio, descanso”.

Canek dijo: “nosotros somos la tierra, ellos son el viento; en nosotros maduran las semillas, en ellos se orean las ramas; nosotros alimentamos las raíces, ellos alimentan las hojas. Bajo nuestras plantas caminan las aguas de los cenotes, olorosas a las manos de las vírgenes muertas, sobre ellas se despeñan las voces de los guerreros que las ganaron, nosotros somos la tierra, ellos son el viento”.

Canek dijo: “una misma comida puede tener diferente significado entre los hombres, un puñado de maíz, por ejemplo, para el blanco es lujo, para el indio es necesidad, el blanco hace de él un manjar…el indio lo convierte en pan”.

Canek dijo: “¿por qué nos enseñan a querer a un Dios que permite que los blancos nos peguen y nos maten? ¿por qué hemos de cantar de rodillas un canto de contrición que no sentimos? No lo digamos más porque aun diciéndolo con los labios cometemos falta en nuestro espíritu”.

Canek dijo: “una vez, allá en los años que fueron, enterraron a un niño y a un venado, los enterraron juntos porque habían vivido como amigos, cerca del lugar pasaba en silencio y soledad un pedazo de río se esos que ahora caminan tímidos debajo de la tierra, así nació un árbol blanco, verde y tierno como hecho de plata y lluvia, debajo de sus ramas las madres oían las voces de sus hijos muertos y junto a sus raíces los viejos sentían el aliento de sus animales perdidos, este árbol respiraba dulzura, los indios le llamaban el árbol bueno de la Ceiba”.

Canek dijo: “dicen que el cuerpo es como el armario donde se guarda el alma, está bien, sin embargo, a veces el alma es tan grande que el cuerpo como grano de anís se guarda en el alma”.

Canek dijo: nunca tengas miedo de tus lágrimas, ningún cobarde llora, solo los hombres lloran, además dijo, las lágrimas siempre caen de rodillas.

Canek dijo: “en la fe el espíritu descansa, en la razón vive, en el amor, goza, solo en el dolor, adquiere conciencia…”.

Para finalizar, Canek dijo: “¿qué edad tienes? El indio contestó, cuando nací no había pasado la langosta, Canek volvió a preguntar ¿cuándo pasó la langosta? El indio contestó, después de que nací”.

Si bien la lectura no debe ser obligada, sin embargo, el libro de “Canek” se recomienda como una de las lecturas más motivadoras para crear conciencia crítica entre la juventud de nuestro querido Yucatán.

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