Mérida, a punto del colapso

José Luis Ripoll Gómez: Mérida, a punto del colapso.

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Las autoridades municipales y estatales minimizan el grave problema vial que padecemos quienes vivimos en esta mediana urbe. Para ellas la ciudad de Mérida es de avanzada. Juegan con venderles la idea a los de afuera que se trata de una metrópoli de progreso y desarrollo. Es verdad que no todo es colapso. Empero en materia vial, la realidad es otra.

Quienes fuimos testigos de la Mérida del siglo pasado, incluso la de los primeros años del XXI, sabemos que contó con un tránsito vehicular apacible, donde sólo en contadas ocasiones habían accidentes. ¡Aunque usted no lo crea!, había oportunidad para que niños y pubertos tomaran las calles en aras de jugar kimbomba, futbol, encantados, sin olvidar los palitos chinos. Es verdad que los problemas demográficos eran de otro tipo. La migración no tenía los niveles de ahora. Según el último Censo 2020, Yucatán tiene 2,320,898 habitantes, de los cuales casi un millón viven en Mérida. Es probable que esa cifra se haya incrementado sustancialmente al 2023. Según datos conservadores, ahora somos alrededor de 1 millón doscientos mil habitantes que se mueven en la blanca Mérida.

Ante este incremento poblacional y el arribo masivo de inmigrantes, tanto nacionales como extranjeros, los problemas de una ciudad pequeña se hacen ahora mayúsculos. Mérida es una urbe mediana en relación al número de habitantes. Para nadie es nuevo que circular por la ciudad en “horas pico” es desesperante. Hay ocasiones que en un tramo de 5 cuadras ocurren dos y hasta 3 accidentes viales. Todo se ha convertido en un problema a resolver, desde las motocicletas, bicicletas, camiones de carga y transporte de pasajeros hasta los vehículos particulares. Hay anarquía vial. Las unidades del nuevo servicio de transporte público implementado por el Gobierno del Estado sufrieron en 3 días seguidos sendos accidentes con particulares.

El periférico en las “horas pico” se colapsa. Hay accidentes donde se involucran 10 a 14 vehículos. Hoy vivimos la Mérida que se nos fue. Quienes aspiren a gobernarla deberán contar con una visión muy detallada del problema vial de nuestra ciudad. Siempre el tema de la movilidad ha sido percibido como accesorio, no principal. En la actualidad es un tema fundamental para la viabilidad de la ciudad. No queremos políticos que se hagan “guaje” en el tema.

La solución al problema del tránsito vehicular deberá venir de técnicos y expertos: los semáforos inteligentes, las glorietas, los famosos baches, la ciclovía, la actuación de los cuerpos policiacos de tránsito, quizá hasta dejar de usar un día a la semana los vehículos automotores, las patinetas eléctricas y la educación vial, entre otros.

Sin pretender ser catastrofista, es evidente que las autoridades municipales y estatales han sido rebasadas por mucho en el tema del tránsito vehicular. Estamos a punto de colapsar. Como ocurre en las grandes metrópolis: Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey, una gran parte de la vida de las personas transcurre en el transporte. Ahora en Mérida se escucha seguidamente que una persona hace una hora o más para ir de un lugar a otro. No debemos acostumbrarnos a esto. No lo normalicemos. Lo normal es circular libremente y no destinar horas y horas de nuestra vida en el transporte.

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