Fundación pro Adulto mayor y armonía intergeneracional
José Luis Ripoll Gómez: Fundación pro Adulto mayor y armonía intergeneracional.
Excelente conferencia: “El adulto mayor como agente de cambio”, impartida por Jorge Carlos Regla Villanueva, el 19 de febrero, en la toma de protesta del consejo de asesores de la Fundación María Godoy de López A.C. Los nuevos asesores son: Víctor Arjona Barbosa, Elsa Sarti Gutiérrez, María Esther López Godoy, Jorge Victoria Maldonado, Omar Pacho y Sánchez, Jorge Carlos Regla Villanueva y su servidor José Luis Ripoll Gómez. Según se sostuvo en dicho evento, citando al Inegi, hoy en Yucatán hay más adultos mayores que menores de 15 años. Mérida concentra el 48% de los adultos mayores de 60 de toda la entidad, es decir 140 mil viviendo en la capital del Estado.
Debemos replantear las relaciones intergeneracionales para poder tener una sociedad más justa, en donde todos estemos incluidos. Las generaciones nuevas no jugaron ni jugarán “tamalitos a la olla”, “quemados”, “encantados” ni “kimbomba”, tampoco escucharon a Agustín Lara y Javier Solís. En cambio, si conocen de iPhones-Apple, consolas para Xbox y la música de Peso Pluma y Bad Bunny.
Algunos piensan que todo lo pasado fue mejor, que lo moderno es líquido, ligero y desechable. Es un proceso de psicología social. Cada generación tiene sus fortalezas y debilidades. Pensar por sistema que todo lo anterior es mejor a lo actual, es un error. Ni lo anterior fue superior ni lo de hoy es inferior. Cada época vive su realidad que no es mejor ni peor que otras.
La evolución, como proceso de intento de superación, genera sus consecuencias para bien o para mal. Henri Frederich Amiel, crítico suizo, dijo: “Saber envejecer es la obra maestra de la sabiduría y una de las partes más difíciles del gran arte de la vida”. Se refiere a los procesos biológicos y sociales en el cuerpo humano. Parece cosa fácil, pero no lo es. Saber envejecer es de sabios. Hay individuos que se niegan a envejecer. Para muchos es una situación triste, vinculada a la inminente muerte. Pero lo que debemos comprender, es que se trata de una etapa de la vida.
Percibir el proceso como ocaso de nuestra existencia es un error. Hay que disfrutar esta etapa que tiene sus vicisitudes, pero también tiene sus bondades. Ser viejo no es sinónimo de mediocridad, sino al contrario, de superioridad, de haber superado exitosamente la muerte. En la Roma antigua, los senadores eran los senectos, los hombres que habían vivido muchos años y tenían la suficiente experiencia para solucionar los problemas de las civitas. Kant escribe gran parte de sus obras después de cumplir 50 años.
No debemos desmeritar el presente y añorar el pasado. Es cierto, hay cosas que en el pasado se hacían mejor, pero también hay cosas novedosas que responden a la modernidad. Cada etapa histórica tiene sus bondades y sus deficiencias. Hay un desprecio a la vejez, por asociación con el final, cuando en realidad, la muerte está latente en todo el proceso de la vida. Sólo puede morir la gente viva. Ese es el reto: estar perfectamente vivos cuando llegue el día de nuestra muerte