Festejos del Cincuentenario de la Universidad de Yucatán, en 1972 (II)

José Ramón Pérez Herrera: Festejos del Cincuentenario de la Universidad de Yucatán, en 1972 (II).

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Las fiestas del Cincuentenario de la fundación de la Universidad de Yucatán representaron la ventana propicia para fortalecer las relaciones políticas entre las autoridades universitarias y las nacionales, con el fin de entablar acuerdos que redunden en inversiones de beneficio para la comunidad universitaria. Así se evidenció meses después, según el Boletín UDY, de junio de 1972, cuando se inauguró un equipo de Topografía donado por el presidente Luis Echeverría a la Facultad de Ingeniería, informándose también sobre la cooperación del Gobierno Federal a la construcción, ampliación y mejoramiento de varios edificios de la Universidad.

Las fiestas universitarias también sirvieron de escaparate para disfrutar de las plumas literarias más importantes del ámbito local y nacional. De esta forma, se dieron cita intelectuales nacionales como el poeta capitalino Salvador Novo, y el escritor y filósofo Agustín Basave; del medio local asistieron el escritor José Esquivel Pren, el historiador Jorge Ignacio Rubio Mañé, el escritor Antonio Magaña Esquivel y el antropólogo Alfredo Barrera Vásquez. Todos pronunciaron y participaron con sendas actuaciones culturales en el Teatro de la Universidad.

La Universidad de Yucatán convocó a la comunidad estudiantil del Estado a diversos concursos con la intención de rendir sentidos homenajes a la institución y su fundador. En el certamen de los Juegos Florales en el ramo de poesía se declaró desierto el primer lugar, mientras que el segundo lugar fue otorgado al estudiante Alonso Novelo Álvarez de la Facultad de Odontología con el poema intitulado “Canto de las Bodas de Oro de la Universidad”, en la que deja constancia de la misión educativa y la relevancia de la institución en el medio local. Por su parte, Elvia Rodríguez Cirerol fue condecorada con Mención Honorifica.

Alonso Novelo expresa un hondo homenaje al decir: “Universidad, magna y venerable, / Insigne, Monumento de la ciencia. / Escolástica Torre de Esperanza, / en que erige la audacia de sus almenas, / eres como una Alhambra del Ensueño, / donde la mente del fulgor se llena”. Estrofas que más adelante revelan la impronta de Felipe Carrillo Puerto en la Universidad: “Fue el inmortal creador Carrillo Puerto, / inolvidable en mi nativa tierra, / y en tu creación dejó su pensamiento / y el corazón que dio su fortaleza, / para que fueras luz de la enseñanza, / flor de la raza y germen de la ciencia”.

Otro concurso de carácter académico fue el de ensayo, en el que resultó vencedor el profesor de la Escuela de Comercio Arturo Menéndez Paz, mientras que el segundo lugar fue para el abogado Federico Stein Sosa. El ensayo ganador del primer lugar se tituló: “La vida universitaria de Yucatán desde 1922”, en el que hace un recorrido cronológico de los principales sucesos instituciones de la Universidad. Desde un planteamiento deductivo, el autor inicia respondiendo al cuestionamiento ¿qué es la Universidad?, plantea la interrogante de si en México existe una tradición universitaria y cierra con los alcances de la reforma educativa de 1918 y su influencia en Yucatán. Finaliza el ensayo con un apartado de las principales efemérides universitarias. (Continuará).

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