Los festejos conmemorativos por los cincuenta años de la Universidad de Yucatán tuvieron un robusto componente académico que puso de manifiesto los intereses y las tendencias intelectuales de mediados del siglo XX. Se programó una serie de conferencias culturales que permitieran la discusión de ideas fundamentales relacionadas con el pasado y el presente de la región sureste. El 28 de febrero de 1974 se efectuó la conferencia titulada “El hombre, tema capital de nuestro tiempo”, la cual tuvo como sede el Teatro de la Universidad.

Un día después, el 29 de febrero, tuvo lugar la conferencia–concierto de Fernando Marrufo llamada “La obra del compositor francés George Brassens”, en la que se compaginó la explicación de la obra de Brassens y la interpretación de piezas como “La buena de Amira”, “La gansa de Alfonso”, “Los funerales de antes”, “El testamento”, entre muchos otros. El 2 de marzo se efectuó la conferencia “El mestizaje literario en Yucatán” de la autoría del gran escritor José Esquivel Pren. Para el 29 de marzo, tuvo lugar la conferencia sustentada por el eminente historiador Jorge Ignacio Rubio Mañe, “Colegios en Mérida de Yucatán durante los siglos XVII y XVIII”, todos los cuales se realizaron en el Teatro Universitario.

Como parte de los festejos se editó el libro “Memoria del 50 Aniversario de la Universidad de Yucatán” (1978), en la que se recopiló los trabajos premiados en los diferentes concursos que fueron convocados por la institución para homenajear su existencia y la de su fundador. También sirvió como palestra para la publicación de las conferencias ofrecidas en el Teatro o la transcripción de los abstract de notas periodísticas que dieron cuenta de ellas. En dichas memorias, se publicó una relatoría pormenorizada de todas las actividades académicas, literarias, culturales y deportivas que se suscitaron en los festejos.

La Universidad de Yucatán en la celebración de sus primeros 50 años de vida tuvo la oportunidad de manifestar su relevancia y pertinencia social como la instancia formadora más importante de la región sureste del país. También fue el momento propicio para que las autoridades universitarias fortalecieran los lazos políticos con los diferentes órdenes de Gobierno, lo que permitió que la institución a corto plazo obtuviera recursos económicos que le permitieran robustecer la infraestructura y el equipamiento que tanto se requiere para las varias actividades académicas, de investigación y culturales que se desarrollaron en su interior.

Este tipo de celebraciones o conmemoración se encuadran como la oportunidad que tienen en ese momento los involucrados para evidenciar o dejar constancia de los logros, los alcances y los resultados alcanzados hasta ese momento. Son fiestas, que, en cualquier momento de la historia, buscan sustentarse en el pasado, con el fin de legitimar su presente; es parte fundamental en el desarrollo de cualquier institución, organización, sociedad o nación. En 1972, la Universidad de Yucatán tuvo esa ocasión y se engalanó con lo mejor de su cariz intelectual, cultural y social.