Primeras elecciones presidenciales de México (1824)
José Ramón Pérez Herrera: Primeras elecciones presidenciales de México (1824)
Este año, 2024, es crucial para la vida sociopolítica de México, en el que serán los ciudadanos quienes tendrán el poder para decidir el camino que el país deberá seguir en el próximo sexenio, convirtiéndose en los protagonistas del actual proceso democrático–electoral. En este marco, cabe recordar que, en los albores de la vida independiente, exactamente hace 200 años, se efectuaron las primeras elecciones presidenciales en nuestro país. Un proceso electoral que no fue nada sencillo de organizar y efectuar en un territorio que estaba saliendo de una crisis política imperialista.
Hace 200 años, México daba sus primeros pasos por el camino de la vida democrática, un proceso que hasta el día de hoy se encuentra en plena construcción. Para el contexto actual que nos toca vivir adquiere una mayor relevancia el indagar cómo fueron los primeros ensayos electorales y democráticos, las normas y las prácticas políticas, los creadores y los forjadores ideológicos que dieron sustento y que han influido en la conformación del Estado mexicano. Es así como considero significativo traer a la esfera pública la mención de la primera elección presidencial de México.
Concluida la etapa imperialista de México en 1823, el Congreso asumió el poder total y nombró a un triunvirato formado por Pedro Celestino Negrete, Guadalupe Victoria y Nicolás Bravo para ejercer el Poder Ejecutivo. En 1824, se resolvió la organización de un proceso electoral en el que se eligiera al Presidente y al Vicepresidente de la República, alineándolo a lo establecido en la nueva Constitución. Las elecciones presidenciales, las primeras celebradas en el recién fundado país, se llevaron a cabo en agosto de ese año. Los resultados otorgaron el triunfo a la Presidencia de la República al liberal, Guadalupe Victoria, y para la Vicepresidencia al conservador Nicolás Bravo.
La historiadora Josefina Zoraida Vázquez, en “De la Independencia a la consolidación republicana”, publicado en “Nueva historia mínima de México” (2018), explica que la jura de los puestos se efectuó en un ambiente de plena confianza en el que el nuevo régimen ofrecería la oportunidad del tan anhelado progreso de México. Ese entusiasmo contrastaba con la dura situación del país, la cual se caracterizaba por graves problemas internos en el ámbito político, económico, financiero y social. En ese momento, el país sólo había sido reconocido oficialmente por la Gran Colombia, Perú, Chile y Estados Unidos.
Esta fue la forma en la que se desarrollaron las primeras elecciones presidenciales de México y las condiciones en las que transcurrieron en 1824. Hoy, a 200 años de distancia, nos encontramos a las puertas de las mayores elecciones presidenciales en la historia de nuestro país, y somos los ciudadanos los que debemos marcar el rumbo que deseamos para la nación, no hay mejor forma para hacerlo que de manera informada, crítica y reflexiva. Las del 2024, sin duda, serán unas elecciones históricas por ser las primeras en que las dos principales candidaturas están encabezadas por mujeres.