En 1948, el nuevo Reglamento Interno de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Yucatán estableció que en las asignaturas de Derecho Procesal Civil, Derecho Procesal Penal, Derecho Mercantil y en la de Garantías y Amparo se destinarían, cuando menos, dos clases por semana para que los estudiantes realizaran prácticas enfocadas en “formular demandas, escritos, conclusiones, actas, autos, sentencias y demás documentos indispensables para el conocimiento práctico y la aplicación de las leyes procesales”.

Según el Reglamento Interno, los exámenes de cada asignatura serían orales sin perjuicio de las pruebas escritas o experimentales. Cada examen oral sería individual, mientras que las pruebas escritas podían ser colectivas.

El artículo 28 del reglamento indicaba que los estudiantes que hubieran aprobado todas las asignaturas del plan de estudios y acreditaran un certificado de prácticas en un bufete de abogados, así como en los Tribunales Civiles y Penales del Estado y federales, podrían presentar su examen profesional para optar al título de Abogado.

El examen profesional de los estudiantes de la Facultad de Jurisprudencia constaba de dos pruebas realizadas en dos días consecutivos. La primera era una prueba de carácter teórico – práctico, basada en los contenidos del plan de estudios, con una duración mínima de dos horas.

La segunda prueba consistía en la presentación y defensa de una tesis. Durante la prueba, el sustentante realizaba la lectura de su tesis, la cual era discutida con su sínodo. La tesis debía abordar casos en los que el sustentante hubiera adquirido experiencia personal durante sus prácticas. El sínodo estaba integrado por cinco abogados con títulos expedidos por la Universidad de Yucatán.

Al concluir la segunda prueba, se procedía a levantar un acta en la que, según el artículo 33 del Reglamento Interior, se registraba: “número y fecha del oficio de concesiones, nombres de los sinodales y del sustentante, fechas y horas en que se hubieren verificado las pruebas, la materia o tema sobre que hubiera versado la tesis con expresión del título de la misma, y la calificación obtenida, que será solamente de Aprobado o Reprobado, según el resultado del cómputo de la votación hecho por el Secretario, atendiendo a la mayoría de votos de los sinodales.” Este era el procedimiento establecido para que los estudiantes obtuvieran el título de Abogados en la Facultad de Jurisprudencia a mediados del siglo XX.

En comparación con la actualidad, los elementos académicos y administrativos de la Facultad han cambiado significativamente en respuesta a los contextos sociales y las transformaciones históricas.

Un primer cambio notable es el nombre de la institución, que en aquel entonces se denominaba “Facultad de Jurisprudencia” y actualmente lleva el nombre de “Facultad de Derecho”. Asimismo, el plan de estudios ha experimentado continuidades y modificaciones en las materias impartidas, adaptándose a las problemáticas y las tendencias de cada época. Esta breve semblanza refleja una Facultad dinámica, capaz de evolucionar y transformarse de acuerdo con las particularidades históricas de cada momento.