Entrevista a la escritora Liliana Blum (II)

Karla Martínez: Entrevista a la escritora Liliana Blum (II).

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Continuando con la entrevista a la autora Liliana Blum, le comenté sobre las pinceladas de la obra de Horacio Quiroga que pude detectar dentro de sus escritos, a lo que ella me contestó: “Sí, en mis cuentos salen las cosas que más me gustan o me hacen enojar, por lo que menciono a mis autores favoritos, entre ellos Quiroga, Stephen King, Alejo Carpentier. Considero que eso es lo lindo de los libros, ya que te llevan a otros lugares que a lo mejor no ibas a llegar sola”.

A continuación, dejamos en pausa un momento la obra “Un descuido cósmico” para sumergirnos en los inicios de la escritora:

¿Cómo empieza tu carrera como escritora?
Mi primer intento de escritura fue comenzando la prepa, debido a que una maestra nos obligó a escribir un cuento para una noche literaria, y recuerdo que gané el tercer lugar. Siempre me había gustado leer, pues tuve una niñez muy solitaria, la mayoría de las veces los libros que caían en mis manos no eran para niños, y me hacía mis propias historias con los animales de peluche que me acompañaban, por lo que las ganas de narrar historias ya estaban latentes, así como mi pasión por la lectura.

Pero fue saliendo de la prepa cuando decido convertirme en escritora, y comienzo a tener publicaciones y participaciones en concursos, revistas. Pienso que no debería de haber escritores que no hayan sido primero grandes lectores.

¿Qué tanta realidad hay dentro de tu ficción?
Mucha y poca, es decir, yo nunca he escrito de una manera autobiográfica y creo que mi vida es bien aburrida, pero sí incluyo todas mis emociones. Por ejemplo, el primer cuento de la señora que le pone el cuerno el marido, no es mi historia, pero a mí me han puesto el cuerno y sé lo que se siente, en el segundo cuento donde matan a un maestro de deportes; el Camarón le decían, fue de la secundaria, estudié en Querétaro y nos metía mano a todas las niñas, además era un colegio de monjas y una época (en el 86) donde si te quejabas, no te creían, ni tus papás, así era la realidad, ya que se iban en contra de ti. Estaba totalmente normalizado el acoso.

La anécdota de la historia siempre es real, tomo pedacitos de la misma debido a que me generaron alguna emoción, ya sea positiva o negativa.

Pude notar dibujos tuyos dentro del libro
De niña era muy tímida, y no hablaba, en las clases no participaba, y me ponía a hacer dibujitos, siempre me ha gustado dibujar, pero aclaro, no soy muy buena.

Estos cuentos fueron un divertimento para mí, me propuse pasarla bien mientras los creaba, sean de cualquier extensión, así que me permití realizar los dibujitos. Al momento me cuestioné la posibilidad de si mi editor los publicaría, y terminaron por decirme que sí, lo único que no me gustó, fue la portada, esa sí me la impusieron, en lo personal se me hace muy seria, pero en cuanto a los dibujos tal vez lo vuelva a hacer en algún libro próximo. (Continuará).

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