Una mágica noche con Teté Mendoza (y II)
Leonel Escalante Aguilar: Una mágica noche con Teté Mendoza (y II).
La noche siguió su curso mágico mientras se rendía homenaje a Teté Mendoza, así llegó el turno de Mafud, quien es una gran promesa por su calidad interpretativa y nos regaló “Es Amor” (1976), L. y M. Teté M., y “Un Amor Joven” (1979), L. Teté M., M. Víctor Espinoza. Ricardo –PitiGarcía Noemí, interpretó con su sinigual estilo “La Feria Yucatán” (2014) que escribiera Teté como canción-tema para la Feria de Xmatkuil. Los festivos acordes hicieron aplaudir la magnífica participación de Piti.
Con una impecable trayectoria en los escenarios y una voz inmejorable y exquisita, los asistentes gozaron la participación de Alfredo Bolio, quien interpretó uno de los más hermosos versos del poemario de Teté: “Libre” (1983), ganadora absoluta del Festival Peninsular de la Canción musicalizada por Miguel Salomón Rosado, quien acompañó y la tocó en el piano en ese momento, que fue monumental en esa noche de homenaje.
Verónica Loría Mendoza declamó con emotiva dulzura y peculiar donaire “En el paso por la vida” (2000) del poemario “Cantos a la tierra, al amor y a la esperanza”, que su madre Teté escribiera en homenaje a Valladolid.
La orquesta estaba lista para un espectacular cierre. Talentosos músicos dirigidos por Emilio Rosado Vallado sonaron al unísono los primeros compases para recibir en el escenario a María Teresa Gómez, que con su imponente voz e indiscutible personalidad brilló en la bohemia noche que iba llegando a su fin. Nos bastó escucharle “Necesito vivir” (1997), “Cómo Soy” (2022) y “Quiero” (1985), esta última con música de Miguel Salomón Rosado, para refrendar de pie y con impetuosos aplausos, porque es considerada una de las mejores voces del firmamento musical de Yucatán.
El óleo de Teté Mendoza se quedó ahí entre la filigrana y la fiesta que arman a diario Pastor Cervera, Coki Navarro, Guty Cárdenas, Luis Demetrio, Chancil, María Medina, Pérez Sabido, Manzanero y Maricarmen Pérez, entre muchísimos otros que son todos gloria y orgullo de las letras y el pentagrama que tanto visten de gala y doradura la que es Patrimonio Cultural Intangible de nuestra tierra: la Canción Yucateca.