Tres voces femeninas bastaron para deleitarnos y hacernos disfrutar de fragmentos de muy hermosos poemas de reconocidas poetisas yucatecas que han dado gloria y prestancia a la literatura yucatanense por más de un siglo.

Ante el busto del ilustre yucateco don José Díaz Bolio, situado en un especial rincón del Centro Cultural del Patronato ProHistoria Peninsular (ProHispen), Rita Flor Escalante, Verónica Loría y Yazmín Gazpar fueron tejiendo, con particular sutileza, discretos y añorados versos que con acompasado lirismo evocaron recuerdos dulces, tristes, aletargados y algunos de ellos con dolorosos matices plenos de melancolía.

En el piano, Mario Bolio trazó tonalidades ligeras con las evocadoras notas de “Gymnopédies” del francés Erik Satie. Y en ese pausado y mágico encuentro vinieron a nosotros Gertrudis Tenorio, Dolores Bolio Canterell, Nidia Esther Rosado, Gloria María Vargas, Mildred Aguilar e Irene Duch Gary. Se musitaron también sentimientos de orgullo con cantos a la tierra, al añorado barrio, las plegarias a la muerte y entonces vibraron las voces feministas, las que no callan y que hasta hoy palpitan y dan muestra de su grandeza y valentía. Y se asomaron con arrojo Rita Cetina Gutiérrez, Beatriz Rodríguez Guillermo, Alegría Agosto, Teté Mendoza Bates, Rosario Sansores Pren, Susana Berrón MacGregor, Ena Evia Ricalde y muchas voces más, que una emocionada concurrencia en tan apretujada sala pudo disfrutar gracias a la invitación cordial de doña Margarita Díaz Rubio, presidenta del patronato y de su dinámico director Efraín Medina Alcocer.

Gracias por traerlas de vuelta y por dejarnos oír sus voces; esas que por mucho tiempo estuvieron ligadas a una paternidad literaria, pero que con peculiar valentía supieron tomar las riendas en el frenesí de sus propios arrebatos.

El feminismo y la libertad de sus propias conciencias nos marcaron y rubricaron en una espléndida noche entre los musicales versos de notables e inmortales yucatecas.