Lucha contra el uso y tráfico de drogas
Ligia Aurora Cortés Ortega: Lucha contra el uso y tráfico de drogas.
El Día Internacional contra el Abuso de Drogas y el Tráfico Ilícito, es una fecha que se conmemora anualmente cada 26 de junio, por haber sido el último día de la Conferencia Internacional, desarrollada en Viena, del 17 al 26 de junio de 1987. Proclamado y aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 7 de diciembre del mismo año. El objetivo de esta proclamación es fortalecer la acción y la cooperación a nivel internacional para lograr una sociedad libre de abuso de drogas y del tráfico ilícito de las mismas. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd), lidera los esfuerzos para implementar políticas basadas en la evidencia centradas en la Salud y en los Derechos Humanos.
Desde principios del siglo XX, con la Primera Conferencia Internacional sobre Estupefacientes en Shanghái (1909), se reconoció el tráfico de drogas como un problema mundial que requería una solución global. Durante las siguientes décadas, se desarrolló un sistema multilateral para controlar la producción, el tráfico y el abuso de drogas. Bajo el paraguas de las Naciones Unidas, se adoptaron 3 tratados para el control de drogas: la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961, el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971, y la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988 logrando una adherencia casi universal.
Desde la aprobación de este día internacional, la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y su Uso Indebido, cada año promueven diversas actividades, campañas de concienciación en todo el mundo, destacando la importancia de tratar a las personas que consumen drogas con respeto y de proporcionales los servicios de atención basados en la evidencia. Abordando diversos temas en relación a este flagelo, tomando acciones mundiales en pro de comunidades saludables libres de drogas, que está esclavizando a la humanidad y en especial a los jóvenes, a través de la educación preventiva y las acciones para combatirla, por todas las implicaciones globales y su naturaleza.
En las familias se debe hablar sobre los peligros de la droga, enfrentándose a la realidad, corrupción y la violencia que conlleva, el uso indebido de sustancias y las enfermedades como VIH/SIDA, ya que la drogodependencia es una enfermedad, no un crimen.
Las drogas son un grave problema de salud que afecta a la humanidad, los gobiernos deben de comprometerse con la justicia social, en dar a conocer la información necesaria y contundente que salve las vidas de nuestros jóvenes, niñas, niños y adolescentes, abordando los desafíos que pueden estar vinculados a crisis sanitarias y humanitarias. Tratando a las personas como prioridad, dejando a un lado la discriminación y estigmatización; mejorando, reforzando e invirtiendo en los programas de prevención e información para un mejor conocimiento, para un mejor cuidado que salva vidas.
Los jóvenes de este siglo pueden tener la clave para un mundo libre de drogas, valorando su persona, pues la drogadicción no es un juego de niños del que se pueda salir fácilmente, atendiendo a su salud física y mental, optando por lo sano, teniendo el deporte como un antídoto contra las drogas. Las Redes Familiares, Comunitaria y Gubernamentales son esenciales, ya que con nuestra cooperación y preparación podemos proteger a nuestras familias, a nuestras generaciones, nuestras vidas, nuestras comunidades, nuestras identidades. La vida es para vivirla con amor, plenitud, alegría. ¡VIVE SIN DROGAS!