Jorge Pech Casanova, cuatro décadas de alquimia
Lourdes Cabrera: Jorge Pech Casanova, cuatro décadas de alquimia.
“Hay muchos agujeros que nadie remendará porque el crimen/ se olvida si tapas lo que abren la demencia, el odio, el hambre”.
La obra poética del yucateco Jorge Pech (1966) ha sido escrita y publicada en su tierra natal y en Oaxaca, donde radica desde 1997. Cuando en abril pasado presentó su antología “Hermoso mundo de pecado” (Almácigo Ediciones 2024), en una galería oaxaqueña, celebré tener a la mano una publicación que por fin revelaría décadas de silencio. Además de conocer y aquilatar el trabajo poético de 40 años, me ofreció un acercamiento a la propia valoración del poeta: “Los demasiados libros que he publicado no son memorables… si me preguntan cuál es mi ocupación, puedo decir que una de las mejores del mundo, la de lector”.
En efecto, Jorge no sólo crea a partir del universo artístico que consume: siempre ha leído el mundo para traducirnos la injusticia. Parafraseando a Javier España, la garganta flamígera del poeta no puede callar, no sabe callar… funda su patria y la comparte. Más allá de las “abismales desdichas” que motivan su escritura poética, los lectores somos invitados a mantener viva la memoria, mientras advertimos las formas del cuestionamiento. Sin desdoblarse en las voces de los sobrevivientes, Jorge atestigua atropellos desde su experiencia como defensor de los derechos humanos, con un repertorio verbal que lo transparenta.
El libro de 108 páginas está compuesto de ocho poemarios; “A mitad de la guerra” y “Entre el silencio y la ira”, escritos entre 2016 y 2017, aluden a represiones acontecidas en municipios del Estado oaxaqueño. Luego, en retrospectiva, encontramos cinco que fueron creados en la primera década de este siglo. Ofrece además un selecto conjunto, “Materia para otras hogueras”, textos publicados en Mérida, entre los cuales se encuentra el memorable ensayo literario “Feracidad del dodo”, que corresponde al poemario “Noticias del vencido”, de 1994. El epílogo es ni más ni menos que un comentario del mencionado escritor chetumaleño, que recorre puntual y sucintamente este archipiélago de cantos.
Si bien la trayectoria de Jorge Pech inicia en 1984, al colaborar en la revista “Contraseña”, lo peculiar fue que, después de haber publicado en otras revistas y antologías, mantuvo inéditos sus trabajos durante más de 20 años, lapso en que compiló y dio a conocer otro tipo de géneros. “Hermoso mundo del pecado” invita a recorrer largos años de alquimia frente a la impotencia. Es indudable que Pech Casanova nos devuelve a una realidad transfigurada en cada acto de lectura que nos brinda. Si bien es testigo de acontecimientos oaxaqueños, ha decidido extender su mirada donde los hechos detonen su escritura. Un ejemplo es “Salida antes de tiempo”, que recrea lo acontecido en una guardería de Hermosillo en 2009.
No sólo es difícil apreciar el arte que confronta sin tregua y nos sitúa lejos de toda esperanza, recogiendo los lamentos de los agraviados; también para muchos de sus posibles receptores resultaría insípido relamer una herida ajena: tanta es la violencia que pudiera ser cada vez más indiferente. Quizá por esta doble circunstancia resulta imprescindible valorarlos rasgos de una poética testimonial como la suya; siendo parcialmente desconocida por la crítica, esta publicación es una valiosa herramienta para apreciar en qué consiste su lectura del mundo y, tal vez, de qué manera podría re-en-cantarlo.