Rubén Reyes y el otro Paraíso perdido
Lourdes Cabrera: Rubén Reyes y el otro Paraíso perdido.
“También en el tiempo de los sagrados padres de Cisteil y de Tepich, la Luna lo había dicho para que se supiera en todos los confines por donde hubiera indios. Era claro sin lugar a sombras: había que estar alertas y volver a los antiguos libros, para saber de amaneceres próximos”.
Los antiguos y también los nuevos libros pueden ser un aviso. Con satisfacción compartimos la hibridez de prosa poética y realidad social que ofrece Las otras voces del Paraíso. Polifonía del silencio (Editorial Lectámbulos-Uneac, 2024). Si la lírica de Rubén es reconocible por su apego a una forma y un repertorio verbal, este libro los cautivará por el grado de experimentación que la renueva.
El proceso creativo es importante, ya que esta novela tiene como punto de partida el testimonio de un par de jornaleros rurales que al ser entrevistados a inicios de 1991 por Rubén Reyes y Eduardo Sobrino evidencian la consecuencia palpable de una vergonzosa y nefasta política gubernamental. Pero también, sin quizá suponerlo del todo, anunciaban la gran devaluación y la reforma agraria devastadora de 1992. Con los años, Rubén retoma la entrevista para convertirla en el eje de otras voces que, articuladas en un tiempo histórico más amplio, y con decenas de personajes, epístolas y notas de periódico, conformarían una novela enfocada en revelar la vida de quienes se vieron orillados a vender sus tierras y, posteriormente, a migrar hacia los llamados polos de desarrollo, como Cancún.
La primera publicación de esta novela apareció en formato de periódico como edición especial de La Jornada Maya, en 2018. Sus lectores fueron parte de una sociedad mucho más informada y decidida a demostrar su hartazgo. Rubén se pronunció con un acto de resistencia desde la literatura, ese capital simbólico que vuelve a emerger en un tercer momento crítico, seis años después, en pospandemia.
En efecto, venciendo obstáculos económicos, ya en formato de libro impreso, Las otras voces… fue presentado este año en la Filey para conocimiento de nuevos lectores y no sólo para quienes hemos disfrutado de la poesía, puesto que expresa patrones de conducta, usos y costumbres, creencias, educación sentimental, vínculo con la tierra, hábitos de consumo, entre otros aspectos de un espíritu antropológico. En ese mismo tenor, al cierre de sus 144 páginas se incluye un glosario.
El poeta y antropólogo enmarca los más de 80 episodios, a manera de boceto, anuncio o interpretación de lo que vendrá. Inicia en Halachó, al otro extremo, al Paraíso perdido, desde el cual Adrián sale a probar suerte, donde mejor encuentre cabida. Los episodios son breves y fragmentan el discurso, emulando a Rulfo, a Abreu Gómez. Con propiedad y solidez bajo sello propio, Rubén ofrece alusiones más palpables de la realidad de los mayas yucatecos, y más amplias en el tiempo, gracias al conjunto de paratextos que recibimos en el umbral y en el interior de ese universo diegético.
Con prólogo de Miguel Barnet, presidente de honor de la Uneac, apreciamos las interpretaciones que genera una obra como ésta, pues no se agota con una sola lectura, como ha comentado Fidencio Briceño. De nuestra parte, ha resultado un ejercicio pertinente para nuestra memoria, la de México desde Yucatán, y un renovado gozo por la fina articulación de poesía y testimonio. Enhorabuena, Rubén.