Solvencia y liquidez: protegiendo tu patrimonio
Luis Achurra: Solvencia y liquidez: protegiendo tu patrimonio.
¿Cuál es la diferencia entre solvencia y liquidez, y por qué es importante para nosotros? Estos términos pueden sonar complejos, pero son esenciales para manejar nuestras finanzas de manera efectiva y proteger nuestro patrimonio.
Solvencia: la solvencia se refiere a la capacidad de una persona o empresa para cumplir con sus obligaciones financieras. En otras palabras, es la capacidad de pagar todas tus deudas, incluyendo préstamos, tarjetas de crédito y otras obligaciones. Una persona solvente tiene activos (cosas de valor como propiedades, ahorros, inversiones) que superan sus pasivos (deudas).
Ejemplo sencillo: imagina que Ana tiene una casa valorada en $100 mil, un coche de $10 mil y ahorros de $20 mil. Sus deudas incluyen una hipoteca de $60 mil y un préstamo de coche de $5, mil. Sus activos totales son $130 mil y sus pasivos son $65 mil. Ana es solvente porque sus activos superan sus pasivos por $65 mil.
Liquidez: la liquidez, por otro lado, mide la capacidad de una persona para convertir rápidamente sus activos en efectivo sin perder su valor. Tener buena liquidez significa que puedes enfrentar gastos inesperados o emergencias sin problemas.
Ejemplo: Juan tiene $5 mil en su cuenta corriente, $10 mil en una cuenta de ahorros y $20 mil en acciones. Si surge una emergencia médica y necesita $8 mil, Juan puede usar su cuenta corriente y ahorros de inmediato.
Pero ¿qué pasa cuando hay un desbalance?, ¿cuándo tenemos solvencia pero no liquidez? Imaginemos que un árbol de mi propiedad cae sobre la casa del vecino, dañando su casa y su automóvil. Tengo activos suficientes para hacerle frente a la reclamación que seguramente me hará mi vecino, pero no tengo dinero en efectivo para pagarle en ese momento. ¿Qué hacer?
Seguros para proteger el patrimonio
Es en estos casos donde los seguros juegan un papel vital en la protección del patrimonio. Proveen una red de seguridad en caso de eventos inesperados, como accidentes, desastres naturales, o enfermedades graves. Los 3 más importantes son:
1. Seguro de hogar: protege tu vivienda contra daños como incendios, robos o desastres naturales. Esto es esencial si consideramos que la casa es a menudo el activo más valioso de una persona. Usualmente también incluye cobertura de responsabilidad civil por daños a terceros. Ejemplo: Si un incendio destruye la casa de Pedro, su seguro de hogar cubrirá los costos de reconstrucción o reparación, protegiendo su inversión.
2. Seguro de automóvil: cubre daños a tu vehículo y responsabilidad civil en caso de accidentes. Este seguro es obligatorio en muchos lugares y te protege de costos elevados derivados de colisiones.
3. Seguro de daños empresarial: cubre los bienes pertenecientes a la empresa (bodegas, oficinas, maquinaria, electrónicos, etc.) de daños como incendio, robo, inundación, etc. De la misma manera incluye de forma usual una suma por responsabilidad civil por daños a terceros.
Mantener una buena solvencia y liquidez, junto con contar con los seguros adecuados, es fundamental para proteger nuestro patrimonio y asegurar nuestra estabilidad financiera. Al entender y aplicar estos conceptos, podemos enfrentar imprevistos con mayor tranquilidad y seguir construyendo un futuro financiero sólido.