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Recientemente acudí al cine y me topé con una de esas películas que, cuando sales de la sala, llevas una sonrisa en el rostro y alegría en el espíritu. Ésta se llama “La laguna rosa” y espero que cuando lea esta nota todavía se encuentre en cartelera y se permita una oportunidad de disfrutarla.

Varias fueron mis motivaciones para acudir a verla. Una es que gran parte de la película fue filmada en Mérida. Otra, que la protagonista es una bailarina, y el baile y el arte son dos grandes pasiones de mi hija. Otra fue que la temática es sobre inclusión y las etiquetas que muchos en la sociedad ponen a las personas con alguna discapacidad, y tengola convicción de que todas las personas deben ser incluidas.

La historia de la película es sobre Mariana, una chica con síndrome de Down que es bailarina de ballet y el reencuentro que tiene con su hermano, con quien por muchos años perdió contacto y es sorprendido de que ella sea una persona independiente y que sea tan buena bailarina como cualquiera.

El trayecto de Mariana a una presentación en Mérida está rodeado de circunstancias como ser víctima de discriminación, burlas, desconfianza de su propia familia, hasta llegar a realizar su sueño y reencontrarse con su hermano.

El director de la película, Juan Arce, es hermano de la protagonista, Mony, y más allá de los aspectos técnicos, logra el objetivo de hacer de esta, una película inclusiva, ya que, no sólo toca el tema e incluye actores con discapacidad, sino que, además, incluye subtítulos descriptivos, que permite a personas sordas poder ver la película. Tengo amigos sordos que se quejan de que hay muchas películas que no pueden ir a ver al cine porque no tienen subtítulos ya que cada vez son más las salas que presentan películas dobladas y las películas animadas no se presentan subtituladas en prácticamente ninguna sala.

De acuerdo con el Inegi, en el 2020 habían 6´179,890 de personas con alguna discapacidad, que representaban el 4.9% de la población total del país. Si consideramos que en el mismo año se registraron 2´320,898 habitantes en Yucatán, 1´857,985 en Quintana Roo y 928,363 en Campeche, se aprecia que la población total de la Península de Yucatán era menor al número de personas con discapacidad, con eso nos podemos dar una idea de la cantidad total de personas en nuestro país con esta característica.

Es importante hacer a todas y a cada una de ellas visible y que todos podamos hacer lo que se necesita para incluirlas, y no como un favor, sino como un derecho, porque son personas, con los mismos derechos que tenemos todos los demás.

Recordemos que, así como hay personas altas, bajas, flacas, rubias, morenas, con cabello lacio, rizado, igual hay personas sordas, ciegas, con discapacidad motriz o intelectual. Y que todos tenemos los mismos sentimientos, sueños, ilusiones y sobre todo que tenemos derecho a participar en todos los ámbitos de la sociedad. Viva la diversidad.

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