Nuevo ciclo escolar y los retos en las escuelas de Educación Básica

Martín Martínez Erosa: Nuevo ciclo escolar y los retos en las escuelas de Educación Básica.

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En el ciclo escolar anterior, las escuelas de Educación Básica de todo el país implementaron por primera vez los programas de estudio de la Nueva Escuela Mexicana (NEM). Para esto, se contó con los elementos mínimos para hacerlo, ya que las escuelas definieron y plantearon sus Programas Analíticos (que no es otra cosa que el programa de estudios contextualizado que cada escuela del país diseñó), así como los Libros de Texto Gratuitos que se distribuyeron a todo el país.

El período lectivo pasado fue un ciclo de grandes retos para todas las escuelas de México, pero, sobre todo, para todos y cada uno de los profesores y las profesoras que tuvieron la responsabilidad de enseñar en las aulas a todos los niños y niñas del país.

Grandes retos porque de inicio no había mucha claridad de cómo se tenía que hacer el codiseño partiendo de los programas nacionales para lograr los programas individualizados de cada escuela. Fue un período de construir, deconstruir, aprender, reaprender y volver a construir, buscando que el resultado contribuyera al aprendizaje en las aulas, de la mejor manera posible.

Se tuvo que aprender a incorporar el aprendizaje por medio de proyectos, a trabajar con nuevos libros de texto, a considerar la problematización de las realidades de cada escuela. Un desafío mayúsculo.

Una de las mayores fortalezas del sistema educativo nacional son las maestras y los maestros que están en las aulas y los centros educativos. Son los principales responsables del éxito o fracaso de cualquier programa educativo, y afortunadamente, la inmensa mayoría siempre demuestra una buena disposición al trabajo y a adaptarse profesionalmente a las nuevas demandas. Sin embargo, siempre es difícil, y en esta ocasión la dificultad fue mayor. Cambiar las concepciones teóricas del plan de estudios, asumir la responsabilidad de codiseñar los programas e incorporar formas de trabajo que para muchos no eran las acostumbradas, sin duda fue difícil. Platicando con profesoras y profesores de diferentes niveles de educación básica descubrí que para muchos era una preocupación saber si lo que hicieron estuvo bien hecho; había un genuino interés en saber cómo mejorar lo que el primer año de experiencia con el nuevo programa les dejó.

Este ciclo que inicia, continúan los retos en las escuelas. El consolidar la construcción de los programas analíticos, el ir comprendiendo más a profundidad la base filosófica de la NEM, incorporar las realidades cambiantes de los contextos a las aulas y otros que, sin duda, harán de este ciclo escolar un período de trabajo intenso.

Considero que el proyecto educativo de la NEM es muy interesante en sus bases filosóficas y realmente estoy convencido de que puede ser un parteaguas en la sociedad mexicana. Es importante que las autoridades educativas federales escuchen verdaderamente al magisterio y consideren las dificultades que enfrentan, para buscar alternativas que favorezcan, no el trabajo de los docentes, sino los logros educativos que la NEM espera. Muchos retos quedan aún, pero como gremio magisterial, estamos listos para ellos. El futuro nos aguarda.

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