En fechas recientes, en todos los rincones del país, se llevaron a cabo las tradicionales celebraciones del día de muertos. En Yucatán, lo celebramos con nuestro tradicional Janal Pixán.

Estas fechas son conmemoradas con fervor en todo el Estado y, con la llegada de migrantes de otros sitios, las festividades se han diversificado, incorporando elementos culturales de los habitantes que han decidido avecindarse en la entidad.

De igual manera, con la globalización se ha propiciado que se incorporen nuevas tradiciones que hace medio siglo eran impensables en la localidad, como el Halloween, por ejemplo.

A lo largo de la entidad, pero especialmente en Mérida, se mezclan tradiciones locales con otras importadas de otras latitudes, generando un mosaico multicultural que enriquece a nuestra sociedad.

Sin embargo, durante estas fechas, en prácticamente todas las escuelas de Yucatán, es muy común ver muestras de altares que tratan de respetar las tradiciones yucatecas. Si bien es acostumbrado que estas demostraciones incorporen elementos ajenos a la tradición (como panes de muerto o alumnos con rostros pintados de calaveras), se procura mantener lo más fielmente posible los elementos yucatecos en los altares, incluso rescatando los trajes típicos, lo cual me parece muy correcto para tratar de preservar las tradiciones de nuestra cultura.

Pero es de llamar la atención cómo esta costumbre cada año es fomentada y celebrada en prácticamente todas las escuelas de Yucatán, pero otras pasan inadvertidas.

La Nueva Escuela Mexicana tiene como elemento importante el rescate de las culturas locales, donde se propicia desde los programas de estudio la incorporación de temas y asuntos regionales o locales. Y si se considera que el actual Gobierno estatal presenta como lema el Renacimiento Maya, que implica revalorizar el orgullo yucateco, pues entonces habría que preguntarse si no existen otros elementos de identidad y cultura local que deberian impulsarse fuertemente en las escuelas.

Tanto para quienes somos originarios de esta hermosa tierra, así como para quienes deciden avecindarse aquí, es importante que todos conozcan la herencia cultural que tenemos. Aspectos como la lengua, las expresiones, la gastronomía yucateca, la ropa típica, el teatro, la danza, la música, la trova yucateca, la tradición de los grandes compositores.

Me pregunto si los niños y adolescentes de hoy saben quiénes son Armando Manzanero, Sergio Esquivel y nuestro admirado compañero Luis Pérez Sabido.

Aspectos tan importantes como revalorar la cultura maya y reconocer que es una de las grandes civilizaciones del mundo antigüo, al nivel de cualquier otra. Retomar la arquitectura maya, sus avances científicos, las leyendas, las creencias.
Pero para esto no basta que cada escuela, en el codiseño de sus programas analíticos, agregue las fechas de la fiesta del pueblo ni que cada escuela en solitario lo trabaje.

Considero que debe haber un esfuerzo común para que así como prácticamente todas realizan sus muestras de altares, igual se pueda visualizar de manera general nuestra cultura y tradiciones.

Para que haya un verdadero Renacimiento Maya es importante comenzar por sentirse orgulloso de las tradiciones y enriquecerlas entre todos. Juntos podremos.