Más allá de la elección presidencial, el 2024 será un año de importantes definiciones para los ciudadanos que habitan en todos los rincones de la patria. En suma, se contempla que estén en juego 20 mil 263 cargos, incluidos el de la Presidencia de la República, pasando por los 500 diputados federales y 128 senadores que integran el Congreso de la Unión y, algo así como, 19 mil 634 espacios de orden local.

Con excepción de Coahuila, el resto de las entidades renovará sus Congresos, lo que representa el relevo de mil 98 curules. Además, habrá cambio de mando en mil 787 municipios de México y, de igual forma, se elegirán mil 973 sindicaturas, 14 mil 160 regidurías y 160 concejales en la capital del país.

Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán, se juegan el futuro político en procesos electorales que coincidirán con la evaluación que los mexicanos harán, en las urnas, del proyecto que encabeza el presidente López Obrador.

Ante tal escenario, las diversas fuerzas políticas apuestan por expandir su influencia y, de paso, sumar la mayor cantidad de aliados. Defender los bastiones será fundamental para algunos, mientras que el ataque frontal pinta como la estrategia ideal para otros.

De cara a la elección más grande la historia, Morena libra una batalla intestina por conservar la unidad, ya que de los resultados de esa necesaria cohesión dependen, en gran medida, los logros que el partido guinda se ha trazado.

Unidos serían invencibles, dicen en el cuarto de guerra de Mario Delgado, sólo falta surfear las pataletas de Ebrard y compañía. Esa misma situación se replica, pero a escala local, en algunas entidades donde aquellos liderazgos poco favorecidos en las encuestas comienzan a estirar la liga a niveles peligrosos.

Nadie puede estar preparado para los berrinches patrocinados por los egos maltrechos, menos, cuando estos, debilitan el poder estructural que se logra al avanzar en bloque. Lo anterior, aplica no sólo para el Movimiento de Regeneración Nacional, también para el PAN y el PRI.

¿La democracia de los partidos se pone en riesgo por los propios partidos? No, la democracia se pone en riesgo por quienes atienden al lagrimeo y la politiquería para no dar oportunidades a cuadros emergentes, a nuevas expresiones y a una ciudadanía responsable que es antagonista a las viejas mañas, embutes y corruptelas que algunos insisten en defender.

ENTRETELONES

Morena y el Frente tendrán a mujeres en la boleta presidencial. Habrá un antes y un después en términos de representación y participación femenina. México saldrá ganando, además, por la gran cantidad de campañas que encabezarán múltiples candidatas a todos niveles. ¡Enhorabuena!, por más mujeres en la política y en la vida pública de México.