Hagamos de los derechos humanos un festejo cívico

Miguel Óscar Sabido Santana: Hagamos de los derechos humanos un festejo cívico.

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Septiembre es considerado como el mes de la patria, por los sucesos que culminaron con la Independencia de México de la Corona española.

A través del tiempo han tenido que adecuarse, modificarse esos festejos para no olvidar los acontecimientos que nos dieron la patria libre y soberana de la que ahora disfrutamos.

Por ejemplo, el 16 de septiembre de 1827, el presidente Guadalupe Victoria realizó por primera vez la ceremonia para recordar el Grito de Dolores, dado por el cura Miguel Hidalgo y Costilla al amanecer del 16 de septiembre de 1810.

Los distintos gobiernos del país han dejado la ceremonia del “grito” para la noche del 15 de nuestro mes patrio y los festejos militares para el 16 de septiembre, en un homenaje arraigado en el corazón del pueblo mexicano.

También registramos en este mes hechos dolorosos, como el del día 13 en el que ocurrió el heroico sacrificio de los cadetes del Colegio Militar, a quienes conocemos ahora como a los Niños Héroes de Chapultepec.

Y son muchos los acontecimientos que en este mes contribuyen a acrecentar el valor patriótico ciudadano, en los aconteceres de nuestra existencia como país libre.

Es satisfactorio que las y los ciudadanos de cualquier nación conserven la memoria histórica de los acaecimientos, como los que ahora fomentan nuestro fervor patrio, sobre todo, insisto, en este mes de septiembre.

De esa misma manera, en todos los campos de la vida la humanidad va evolucionando, como sin duda lo hacen los derechos humanos, que han existido siempre, aunque el reconocimiento de los mismos ha tenido que hacerse a través de las leyes, como en el caso de México, cuya Constitución Política los reconoce abiertamente, desde la reforma constitucional de 2011, en la que el centro de atención, principalmente para las autoridades, es el trato digno a las personas mediante la promoción, respeto, protección y garantía de los derechos humanos.

Otro cambio importante en nuestro sistema jurídico es la obligación impuesta a las autoridades de aplicar el principio pro-persona cuando se trate de derechos humanos, lo que significa que se debe de preferir la norma o la interpretación que sea más favorable para la persona afectada.

Este cambio constitucional es, sin duda, un parteaguas en la forma de considerar, tratar y aplicar los derechos humanos.

Estimo que la parte más importante para el respeto total a los derechos humanos está en la difusión, para el pleno conocimiento de la ciudadanía de lo que son sus derechos fundamentales, para que con pleno discernimiento hagan todo un festejo cívico del respeto propio a sus prerrogativas humanas y las de las demás personas.

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