El 3 de marzo del 2021, la Organización de las Naciones Unidas, en su 56ª Sesión Plenaria, declaró 2023 Año Internacional del Mijo, para contribuir a resaltar los beneficios de ese cereal, para mejorar la capacidad alimentaria de la población.

La UNAM, al darle la bienvenida a ese Año Internacional, consideró que ese cereal de alto consumo humano en regiones como áfrica, China e India, es un súper alimento por su alto valor nutricional y que acorde a las consideraciones de la ONU puede contribuir a la seguridad alimentaria, la nutrición, y a mejorar los ingresos de agricultores y sus familiares, así como a erradicar la pobreza en el mundo.

No obstante tener más cantidad de proteína que el maíz y la cebada, en México es subutilizado como alimento para humanos y se le aprovecha para consumo del ganado.

Son muchas las ventajas del cultivo del mijo, que puede crecer en lugares semidesérticos y, además, apoyar la calidad del suelo en el que se cultiva. De este cereal se afirma que disminuye el riesgo de contraer diabetes, enfermedades cardiacas y trastornos de la digestión. Su consumo favorece la salud respiratoria y de los sistemas muscular y neural.

A punto de concluir el año 2023, el mundo no ha logrado producir suficiente mijo, y en México apenas se llega a las 230 toneladas de producción, principalmente en Tamaulipas, Zacatecas y Chihuahua.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, en 2019 se produjeron 28.4 millones de toneladas. Al finalizar el 2023, acaso la FAO informe si hubo aumento en la producción del cereal, pero por el momento parece que la cifra de incremento es mínima.

La humanidad debe de transitar hacia caminos más seguros en la producción mundial de alimentos evitando herbicidas e insecticidas, los cuales son nocivos para el hábitat de amigos de la naturaleza, como la abeja melífera que está seriamente amenazada, al igual que otros insectos que son polinizadores y cuya desaparición del medio, por ejemplo, la abeja, afectaría seriamente la producción mundial de miel y desde luego el equilibrio en el crecimiento y desarrollo de nuestra flora y la fauna que de ella se alimenta, ente ellos los seres humanos.

Cosa muy similar sucede en el campo de los derechos humanos, porque se ha dicho y publicitado hasta la saciedad que el mejor camino para la convivencia entre los seres humanos es el respeto a las prerrogativas fundamentales entre la humanidad, para alcanzar la paz y evitar las guerras fratricidas que actualmente están poniendo en grave riesgo la paz mundial.

Mijo y derechos humanos, no los rechacemos como vía hacia una mejor convivencia de la humanidad.