Derechos humanos, contaminación y vida
Miguel Óscar Sabido Santana: Derechos humanos, contaminación y vida.
Hemos visto a grandes rasgos, en artículos anteriores, la evolución de los derechos humanos y cómo su progresividad nos pone ante situaciones inéditas, como comentamos respecto a las tecnologías de la información y la comunicación.
Hoy comentaré acerca del derecho de la humanidad para vivir en un ambiente sano. Lamentablemente la misma mano del hombre está poniendo en riesgo el hábitat de todo ser viviente en nuestro planeta Tierra.
La contaminación ambiental consiste en la presencia de sustancias o elementos que pueden dañar a todos los seres vivos, incluidos los ecosistemas.
Principalmente la contaminación ambiental incluye nuestra atmósfera, agua y tierra.
El 28 de julio del 2022, la ONU declaró, a través de su Asamblea General, que todas las personas del mundo tienen derecho a un ambiente sano y que la degradación ambiental es parte de las amenazas más urgentes de resolver para el futuro de la humanidad.
En esa misma resolución, se pidió a todos los Estados de la ONU, mayores y mejores esfuerzos para garantizar que todas las personas tengan acceso a un ambiente limpio, saludable y sostenible.
Respecto a esta resolución, Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio ambiente (Pnuma), señaló que: esta resolución transmite el mensaje de que nadie puede quitarnos la naturaleza, ni el aire limpio, ni el agua limpia ni privarnos de un clima estable. Al menos no sin luchar por ello.
En todos los países del mundo existen leyes locales e internacionales para la protección al medio, sin que se apliquen en un cien por ciento, lo que nos da idea de la importancia de que todos, desde quienes cultivan la tierra, dejen de utilizar fungicidas que contaminan, o quienes tienen ganado eviten la polución por su crianza y cuidado. ¡Todos dejemos de contaminar!
La contaminación ambiental se agrava, día a día, por los cientos de miles de toneladas de combustibles fósiles que se arrojan a la atmósfera y que ocasionan el calentamiento global, con el efecto invernadero.
En el mismo tenor, se está agravando la contaminación del agua, por ejemplo, lo que señala National Geographic en su página de internet: desde grandes trozos de basura hasta sustancias químicas invisibles, una amplia gama de contaminantes acaba en los lagos, ríos, arroyos, aguas subterráneas y, finalmente, en los océanos de nuestro planeta. La contaminación del agua -junto con la sequía, la ineficacia y el aumento de la población- ha contribuido a una crisis del agua dulce que amenaza las fuentes de las que dependemos para el agua potable y otras necesidades fundamentales.
Sin agua no hay vida… Y sin vida, nada…