No agravemos la escasez de agua potable
Miguel Óscar Sabido Santana: No agravemos la escasez de agua potable.
El agua es entre el 50 y el 60 por ciento del peso corporal humano, lo que nos da idea de la importancia del consumo de ese vital líquido que, paradójicamente no es tan abundante en el mundo, para la preservación de la vida en el planeta.
La Comisión Nacional del Agua informa en su página de internet que la disponibilidad de agua en el mundo es de 1,386 millones de kilómetros cúbicos. El 97.5% es agua salada y 35 millones de km cúbicos, 2.5% es agua dulce, aunque el 70% de esta cantidad no está disponible para el consumo humano, ya que está congelada en glaciares, nieve o hielo.
El agua dulce tiene que pasar por el tratamiento adecuado para potabilizarla y hacerla apta para el consumo humano que para 1950 ascendía a 2,529 millones de personas; en 2010 la cifra aumentó a 6,909 millones y se estima que para 2050 la población en el mundo llegará a 9,150 millones de seres humanos.
Debido al crecimiento poblacional más industrias contaminan el agua dulce y, por tanto, se requiere de más tratamiento para hacerla potable, además de que las fábricas dejen de tirar desechos al manto freático.
En un artículo próximo, trataré el problema de la contaminación de mares que es tan grave que se han descubierto nanoplásticos en la leche de algunas madres humanas. Recordemos que el prefijo nano significa milmillonésima parte.
En la página de BBVA se indica que: los científicos han certificado la cantidad de nanoplásticos que absorbemos al beber agua embotellada y han probado, por primera vez, cómo afectan estas partículas microscópicas a la salud de los seres vivos. ¿Qué se puede hacer? El primer consejo es reducir la compra de alimentos envasados en plástico, no calentarlos en estos recipientes y lavarse las manos.
Se ha documentado que, desde hace más de 7 mil años, las civilizaciones de esos tiempos construían sistemas hidráulicos para distribuir y separar las aguas negras de las destinadas para el consumo humano.
National Geographic consigna en su página que el agua de la llave puede tener poli y perfluorolquilos conocidos como PFAS, químicos que la industria utiliza para que los artículos de uso cotidiano sean más resistentes a la humedad, el calor y los hongos. Estas sustancias son conocidas como la sustancia química eterna…
Autoridades y sociedad civil deben redoblar sus esfuerzos para lograr que el agua que se recibe en los hogares esté libre de impurezas, que el agua potable realmente sea potable hasta el último rincón de nuestro territorio, porque ante el crecimiento poblacional, el fecalismo al aire libre, entre otros agentes, se contamina el manto freático, agravando el problema de la escasez de agua apta para el consumo humano