|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Hay ocasiones en que los problemas con la pareja nos abruman (como sucede en casi todas las parejas cada cierto tiempo) y tenemos miedo de reconocer que estamos atravesando una crisis, tal vez nos asusta pensar que estas dificultades crezcan y nos conduzcan a la separación.

El primer paso para resolver los conflictos de pareja, es revisar nuestro propio comportamiento y afrontar nuestros defectos, pues fingir que no pasa nada solamente hará que el problema crezca.

Se ha demostrado que una terapia de pareja mejora la convivencia en al menos un 60% de los casos, con muchos mejores resultados cuando los dos cónyuges se esfuerzan en seguir el tratamiento recomendado en cada caso.

A continuación mencionamos algunas sugerencias prácticas para mejorar nuestra relación. “Tema temático” fue el término que escogimos para la tendencia a salirse del tema concreto que estamos resolviendo.

El “tema temático”, o sea ese tema que es fuente constante de pleitos y que nada tiene que ver con el asunto que se está tratando en ese momento. Saca ese asunto de tu vida. No lo nombres, no lo menciones, no hables de ello. Dejará de ser un problema cuando dejes de darle protagonismo en tu relación de pareja. De no hacerlo, las discusiones no tendrán fin, serán cansadas y repetitivas: ¡alerta! El “tema temático” en bastantes casos está “anclado” a una situación que no podemos resolver por más que procuremos. Algunos inevitables defectos nos acompañarán quizá toda la vida, y aprender ese “acomodo psicológico” entre ambos, o sea aprender a sobrellevarnos y eliminar esos “temas temáticos” de nuestras vidas, nos dará energía renovada y fluidez en nuestra relación, estaremos más cómodos y relajados entre nosotros.

Procuremos escoger el momento y el lugar apropiados para tratar los asuntos difíciles o conflictivos. A veces sencillamente estamos de malas porque no tuvimos un buen día; reconocer que estamos pasando un mal rato y posponerlo para después es la mejor estrategia para evitar entrar en un conflicto mayor, mejor déjalo para otro momento, ponte a ver una película, o sal a dar un paseo, a caminar o salir a comprar algo que hace falta, etc.

Después de un rato tendrás una mejor perspectiva y veras las cosas con más calma. En lugar de tratar el tema de forma absolutista (blanco o negro), trata de encontrar soluciones intermedias y alternativas para negociar, trata de tener una propuesta a cambio, no siempre tiene que ser sí o no, intenta encontrar un punto intermedio, evitando así caer en un choque de egos. Nuestro ego nos pone trampas así.

¿Qué prefieres, tener la razón o ser más feliz? A veces es mejor perder, que perder más.

Lo más leído

skeleton





skeleton