Agua, urgen soluciones de largo plazo
Raúl Asís Monforte González: Agua, urgen soluciones de largo plazo.
Las opciones se están agotando, los desafíos a los que hoy se enfrenta el agua en todo el mundo precisan para ser superados de un trabajo colaborativo, incluyente y profundo, que pavimente el camino para alcanzar un sector hídrico exitoso y sostenible en el largo plazo, con objetivos alcanzables y realistas, pero también audaces.
Una muy buena manera de empezar consiste en comprometerse a sostener conversaciones entre líderes de opinión constituidos en un comité de expertos, con actores clave en el sector del agua, y otros de afuera de él que evalúen los escenarios futuros del agua a través de sus impulsores clave.
Habría que hacer una lista de aliados estratégicos, ya que los objetivos se alcanzarán más rápido y más efectivamente si existe colaboración entre organismos operadores, proveedores de productos y servicios, la academia, organizaciones y entidades del sector, así como otros actores cuya participación sería esencial para ofrecer puntos de vista innovadores y frescos.
Tendríamos que incentivar una responsabilidad intergeneracional. Los líderes y profesionales del agua de hoy y de mañana tienen que trabajar juntos para crear un futuro exitoso para el agua, con las voces jóvenes y las expertas escuchándose por igual.
Capturar ese conocimiento colectivo que proviene de toda la comunidad involucrada en el agua, es un invaluable soporte para alcanzar la visión de futuro y cumplir su misión de contar con agua potable limpia, personas saludables y un planeta sostenible.
Existen por lo menos cinco grandes fuerzas que pueden impulsar un futuro brillante y limpio para el agua. Administrar los limitados recursos hidráulicos de nuestro planeta y construir la infraestructura que el agua requiere, es fundamental. El riesgo más grande es el cambio climático, que creará condiciones más adversas y menos predecibles, sequías más extendidas y crudas, olas de calor, más huracanes e incendios forestales, tormentas invernales más severas, por lo que la sostenibilidad es la primera de estas grandes fuerzas.
Conforme el mundo se introduce en la cuarta revolución industrial, los profesionales del agua ganan acceso a nuevas tecnologías que están cambiando la forma como ellos interactúan con los recursos, los sistemas de agua y las personas a las que sirven. Hoy los grandes avances en datos, análisis, el internet de las cosas, el aprendizaje de máquinas y la inteligencia artificial empoderarán aún más a los consumidores y ayudarán a resolver problemas complejos.
A pesar de los enormes desafíos en equidad y accesibilidad, es irrenunciable la premisa de establecer tarifas rentables, por lo que la economía se convierte así en un impulsor clave.
El papel que desempeñan los gobiernos impactará significativamente en cómo los organismos operadores de agua son operados y regulados, de modo que la gobernanza es otro elemento esencial.
Es creciente el interés público y las preocupaciones acerca de la calidad del agua y la equidad, lo que significa que las comunidades tienen que trabajar en el fortalecimiento de la confianza. Los aspectos sociales y demográficos serán cruciales para pensar innovadoramente y resolver a largo plazo el problema de la gestión de recursos limitados.