Caminar es una forma de hacer arte
Raúl Gasque: Caminar es una forma de hacer arte.
Caminar es un arte. Encontrarse, perderse, verse sorprendido disponiendo de los dos recursos más importantes de nuestra movilidad (nuestras piernas) es un privilegio. Es lo primero que queremos lograr cuando nacemos los humanos y lo último que deseamos hacer cuando hemos llegado a la senectud. Es algo probado científicamente que mientras caminamos el cerebro va funcionando de una forma diferente. Al igual que cuando meditamos el realizar una acción en unísono puede permitirnos estar conscientes de lo que rodea a nuestro entorno.
Las citas de escritores y filósofos que han escrito sobre este proceso fundamental para el pensamiento y desarrollo del ser humano se encuentran en el Capítulo XVIII del Libro “Jardinosofía” (Editorial Turner) de Santiago Beruete. Un resumen delicioso que confirma la valía enorme de esta obra. El nombre completo de este capítulo es acertadamente “El olvidado arte de pensar con los pies”.
La palabra “olvidado” tiene toda la intención de hacernos reflexionar. ¿Por qué olvidado? Podríamos dar una infinidad de razones, pero pudiéramos comenzar con el simple hecho de que quienes viven en muchas ciudades que el hecho de caminar ha sido desplazado por la acción de tomar un automóvil o transporte público a la primera oportunidad. Esto ha limitado muchísimo que caminemos. Limitando nuestra psique, imaginación y proceso creativo a través de la caminata. Afortunadamente existe un movimiento fuerte de regresar al origen y de poner el caminar en un orden prioritario de nuestra existencia.
Ahora como yo mencioné que caminar es un arte me gustaría compartir tres ejemplos exquisitos. El primero es el de Richard Long. Long es un artista británico que realiza un tipo de arte que se llama “Land Art”. El “Land Art” es una disciplina en la que el artista dispone de elementos naturales para intervenir un paisaje. Por lo general es un arte materialmente efímero. Long realiza largas caminatas hasta disponer de los puntos donde quiere desarrollar un discurso. Para hacer esto pasa horas largas de contemplación para activar sus instalaciones. La caminata es parte de la práctica.
En una práctica paralela está Hamish Fulton. Fulton es más radical, ya que él realiza las obras únicamente con su imaginación en los puntos que va encontrando durante sus caminatas. En las letras me encantaría mencionar a Keijiro Suga. El poeta japonés ha escrito incluso un libro denominado como “Poemas Andantes” (Walking Poems) en el que especifica que esos poemas nacieron a través de sus largas caminatas en distintos parajes naturales y sugiere sean leídos también a través de la marcha. Así la lista es enorme. De filósofos, escritores y artistas que ponen en un orden prioritario el acto de caminar para crear.
Pero para mí caminar también tiene una serie de reflexiones y responsabilidades. A través de caminatas he sido consciente de la falta de infraestructura para el peatón en todo México en comparación a otros países y lugares en los que he vivido. Esto hace que caminar se vuelva una opción muy castigada y a veces lejos de considerarse una opción para los habitantes de una ciudad.
Esto va en detrimento de la salud de los ciudadanos y limita el motor y oportunidad para encontrar en la caminata una fuente de creatividad que se puede también convertir en arte.