En contra del “Día Mundial del Arte”

Raúl Gasque: En contra del “Día Mundial del Arte”.

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Hace unos días vi con mucha suspicacia unas publicaciones que decían “Día Mundial del Arte”. Casi todas —confieso— me parecieron tan simples como el anuncio de “El arte de hacer papas”, de una conocida marca de papas fritas.

A todo esto yo me pregunto… después de casi veinte años de ser una persona que he hecho exposiciones, trabajo con fotografía, pintura etc., ¿qué carajos es el arte? Cuando he visto definiciones me han parecido abominables, pedantes y limitadas muchas de ellas.

Quizá una aproximación que me pareció exquisita es la de Pablo Picasso: “El arte no es realidad; es una mentira que nos hace darnos cuenta de la realidad, al menos de una realidad que somos capaces de comprender”. Si se dan cuenta, Picasso no brinda una definición. Sino una característica existencial del arte. No encierra, si no que abre.

Si bien las redes sociales han servido para conectar, de igual forma han limitado el discurso de las artes a un nivel casi retrógrado. Actualmente he confirmado que en el mundo del arte contemporáneo leer y escribir aparece como una actividad lejana. Basta con ver el nivel del discurso y uno extraña un ayer en que parecía haber más oficio, crítica y contenido. Sin rayar en una posición reaccionaria, me gustaría aclarar que el hecho de que existan este tipo de “Día Mundial”, lo siento vacío.

El arte es para mí una interrogante que se expande. Un lenguaje poético sin punto ni principio. Un fantasma, tan irreconocible y misterioso que cuando uno quiere adjudicarle un cumpleaños parece forzado y mundano.

Quizá para cerrar me encantaría mencionar una memoria que leí del libro “Los Pixeles de Cézanne”, de Wim Wenders. El director alemán sueña con hacer una película en la que plasme el trabajo de la iluminada bailarina y coreógrafa —Maestra Universal— Pina Baush. Wim se topa con la maestra muchas veces y ella le pregunta si ya sabe cómo filmar esa película. Wenders le contesta sistemáticamente que no un sinfín de ocasiones.

No sabe cómo llevar esa fuerza y expresión a una pantalla donde hay una pared que no existe en un teatro. Al cabo de muchos años, el director encuentra el camino a través del 3D. Apuntó de comenzar la filmación Pina muere… Después de casi cancelar el proyecto los bailarines de la compañía le piden a Wenders continuar y hacer un homenaje en vez de una reproducción… termina todo en el que es para mí uno de los documentales más bellos y vibrantes que jamás se han filmado. ¡Eso es arte carajo!

Es así como yo confirmo que el arte no tiene día ni definición. Es una fuerza transformadora que se planta y nos hace pensar en fondo, forma y contenido. Sin cumpleaños ni definiciones.

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