Todas las empresas efectúan planeaciones financieras mediante las cuales estiman utilidades a obtener en un determinado plazo y utilizan los presupuestos para poder visualizar los límites de gastos, así como las metas de ventas que se deben obtener al finalizar el período.

Dichos resultados en ocasiones se obtienen, pero en muchas de ellas no se logran concretar o son distintas a las proyectadas en los presupuestos, ante ello se puede evidenciar que no se le dio seguimiento o se establecieron mecanismos de control oportunos para poder anticiparse, retroalimentar y redireccionar los procesos hacia las metas fijadas.

El Control de Gestión es una herramienta que consiste en un proceso mediante el cual se verifica que todas las actividades, prácticas y decisiones que el personal de una empresa realice sean totalmente acorde a las metas trazadas. De igual manera, se puede entender como la integración del proceso administrativo a los resultados numéricos de una organización.

Para poder entender este concepto, es importante imaginarse que el director técnico de un equipo de futbol plantea una estrategia basada en el estudio del rival a enfrentar; mediante la puesta en marcha ella estima un resultado deseado; lo que sigue es que dicha estrategia sea informada de manera clara y precisa a todos los integrantes del equipo, con la finalidad de que todas las actividades que ellos realicen se relacionen totalmente con el plan de juego trazado.

De manera que, el jugador que realice actividades distintas a las acordadas deberá ser retroalimentado, reubicado o, en su caso, reemplazado. Las acciones anteriores son responsabilidad del director técnico del equipo quien representa la figura de quien tiene que gestionar el control en el equipo.

Regresando al plano empresarial, el Control de Gestión tiene la finalidad de monitorear de manera continua los presupuestos de una empresa y deberá de aplicar medidas correctivas cuando los resultados sean distintos a los esperados, en pocas palabras se trata de corregir con oportunidad las desviaciones para disminuir el riesgo y garantizar hasta cierto punto que se den los resultados proyectados.

El Control de Gestión es el responsable de la obtención de los resultados esperados y facilitan la labor del área financiera al momento de tomar decisiones que maximicen las ganancias de los inversionistas.

Es importante mencionar que esta herramienta de control implica cambiar costumbres, vicios y malas prácticas; lo cual general de manera inmediata una resistencia al cambio por parte de los empleados y es en las empresas familiares en donde existe mayor tendencia a no respetar los controles implantados.

Cobranza, niveles de ventas, inventarios, recursos humanos, tesorería, producción, etc. son algunas de las áreas de relevancia en las cuales se debe de priorizar el uso de esta herramienta correctiva.

Es relevante tener en cuenta que la implantación de controles evita malas prácticas y no deben ser percibidos como un gasto, sino como una inversión.