Escopetazo, bebé de madera y venta de asesinas

Felipe Escalante Ceballos: Escopetazo, bebé de madera y venta de asesinas

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UNA CONSULTA GRAMATICAL. El antropólogo y maestro Carlos Evia Cervantes sintoniza un programa de noticias emitido en Motul. Al poco rato nos hace una consulta: Con motivo de una cacería en montes del vecino municipio de Dzemul, el locutor dice que, por error de su compañero de cacería, un octogenario falleció de un escopetazo.

Dice el también espeleólogo Evia Cervantes: ¿Debe ser que el hombre falleció por un balazo y no a consecuencias de un golpe propinado con la escopeta? La duda surge porque la desinencia “azo” significa “golpe dado con”, como batazo, escobazo, martillazo, cabezazo, codazo, manazo, etc. Muy buena cuestión lingüística.

Para resolverla acudimos al Diccionario de la Lengua Española. Ahí vemos como definiciones de escopetazo: “Disparo hecho con escopeta. Herida o daño producido por el disparo de una escopeta”. Entonces, al decir “escopetazo”, el locutor motuleño (saludos, amigo Valerio) no incurrió en ningún error. Gracias por el tema, apreciado don Carlos.

UNA ANFIBOLOGÍA. Nuestra amiga en las redes sociales, María Valdés, fiel seguidora de esta columna, nos remite un anuncio visible en el Facebook: “Busco silla para dar de comer a bebé de madera”.

Entre las respuestas del público no falta el comentario mordaz: “Ese nene debe ser Pinocho”. La falta de claridad en la redacción se llama anfibología y se comete por no seguirse las reglas de la sintaxis. Una de esas normas gramaticales es que el adjetivo califica al sustantivo más próximo, por lo que en esa oración el adjetivo “de madera” debió de escribirse junto a la voz “silla”.

Así la expresión ganará en claridad: “Busco silla de madera para dar de comer a bebé”. La resortera inicia su labor.

Una fuerte pedrada envía a tierra al bebé de madera y guardamos el bonito ejemplar en el morral. Muchas gracias por el gazapo, muy estimada doña María.

LA COMPUTADORA CORRIGE. La prensa diaria nos informa del inicio de las obras de nueva Unidad de Servicios en Chacmultún, interesante sitio arqueológico muy cercano a la risueña ciudad de Tekax.

La descripción de los trabajos dice: “Habrá una serie de módulos que darán cabida a muchos servicios… En uno de ellos la autoridad municipal podrá realizar actividades en beneficio de la población, como venta de asesinas y productos locales”. ¿Venta de asesinas? No, desde luego que no. Es obvio que el periodista quiso escribir la palabra “artesanías”, pero por un error de dedo no puso las letras indicadas y la computadora de inmediato corrigió a “asesinas”, sin que el redactor lo advirtiera. Esta vez el disparo del tirahule es contra el ordenador. Lástima que el aparato no cabe en el sabucán. Hasta el próximo tirahulazo.

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