Desbarres en anuncios oficiales

Felipe Escalante Ceballos: Desbarres en anuncios oficiales.

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T U Y TÚ. Para cuidar nuestro patrimonio el Ayuntamiento de Mérida nos previene: “Mantente informado desde tu celular con las notificaciones municipales. Si alguien realiza un trámite que involucre tú predio. ¡lo sabrás al instante!

El redactor de este anuncio oficial emplea el adjetivo posesivo tu (tu celular) y el pronombre personal tú (tú predio), como si ambas voces tuvieran el mismo significado. No es así. Tu, palabra átona, es apócope de “tuyo” y tú, palabra acentuada o tónica, designa a la persona con quien se habla o escribe. En este caso debió de usarse únicamente el adjetivo “tu”. Por último, el punto después de “tú predio” es totalmente innecesario.

El lingüista Juan Domingo Argüelles nos dice: “Son barbarismos del español escrito atribuir al adjetivo el valor del pronombre y viceversa”. SUSTENTABLE POR SOSTENIBLE. Siguen los anuncios del cabildo emeritense: “Elige las ubicaciones de los nuevos Mega Puntos Verdes que queremos instalar para ti. Por una ciudad más sustentable”

Sustentable significa que se puede defender con razones, en tanto que “sostenible” se refiere a que es autosuficiente, que se basta a sí mismo. Confundir sustentable con sostenible es un error muy común.

El mismo Juan Domingo Argüelles señala que en todo el ámbito de la lengua española hay secretarías, comisiones y ministerios de “Desarrollo Sustentable”, cuando en realidad tendrían que ser secretarías, comisiones y ministerios de “Desarrollo Sostenible”

DE NUEVO LA BICIRUTA. Un último y muy reiterado anuncio municipal: “Biciruta Mérida. Actívate responsablemente. ¡Cuida tu salud pedaleando!” El ayuntamiento meridano usa la voz “Biciruta” para designar el espacio citadino que ha destinado al ciclismo, es una palabra compuesta por las voces bici (apócope de bicicleta) y ruta (camino o dirección que se toma con un propósito). 

Según la norma ortográfica, la letra ere se pronuncia con sonido fuerte si está al principio de un vocablo. Y si esa letra está entre dos vocales, para que tenga ese sonido fuerte se escribe “rr” y no “r”. Por lo tanto, en el anuncio de nuestro ayuntamiento debió de escribirse “Bicirruta”, con “rr” entre la i y la u, como manda la regla gramatical.

La publicidad oficial insiste en su barbarismo: ahora pregona también la Biciruta Nocturna. Al ser rebeldes, porfiados y tenaces en mantener ese error, el publicista municipal y quienes autorizan esos anuncios no son reincidentes, son contumaces.

El tirahule, con efectos de buts’bil ts’oon (castellanizado como butsbiltsón), envía hacia los tres disparates sendos tiros con mucha pólvora. Los enormes gazapatones caen a nuestros pies y los guardamos en el atiborrado sabucán.

Hasta el próximo tirahulazo.

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