Corredor Biológico Mesoamericano

Entre los objetivos del CBMM está el de fortalecer las capacidades locales en el uso sustentable de los recursos naturales

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Dentro de la estructura ambiental de nuestros ecosistemas sobresalen los espacios de alta densidad en recursos naturales y riqueza de flora y fauna que hacen de México el cuarto país con mayor riqueza en megabiodiversidad.

Uno de los segmentos naturales con mayor riqueza en materia ambiental lo representa el Corredor Biológico Mesoamericano de México. El CBMM es el espacio en el que confluye el quehacer de un conjunto diverso de actores en zonas de particular valor para la conservación de la biodiversidad, zonas que constituyen importantes funciones de conectividad entre áreas protegidas en estados del sureste de nuestro país.

En el año 2009 el CBMM es acogido por la Comisión Nacional para el Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio) con el fin de impulsar esta nueva herramienta de conservación en territorio mexicano: los corredores biológicos. Los ejes de dicha estrategia parten de la convicción de que la conservación de los ecosistemas y su biodiversidad no es posible si no se trabaja al mismo tiempo en reducir la pobreza y en fortalecer la viabilidad económica de las poblaciones rurales.

Este corredor contribuye de manera cotidiana a la agenda ambiental global a partir de la aplicación de un modelo integral destinado a detener el ensanchamiento de la frontera agropecuaria, proteger nuestros remanentes de selvas y bosques y adoptar sólidas medidas frente al fenómeno de cambio climático.

Entre los objetivos del CBMM se encuentra el de fortalecer las capacidades locales en el uso sustentable de los recursos naturales y promover la conservación de los mismos para que las futuras generaciones puedan aprovecharlos.

Se trabaja con una sólida estructura que permite al CBMM servir como instrumento para que los recursos del gobierno (públicos) apoyen a las comunidades y a la conservación de la biodiversidad. En esta nueva etapa de gobierno en nuestro país, es necesario revalorar los decretos, tanto de las áreas naturales protegidas como de los corredores biológicos, para asegurar una adecuada transición hacia una verdadera sustentabilidad ambiental y de camino pasar de una educación ambiental a una cultura ambiental para la sustentabilidad.

El Corredor Biológico Mesoamericano de México opera desde 2002 en 9 corredores ubicados en los estados de Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Chiapas, Tabasco y Oaxaca. La operación de este proyecto fue financiada hasta 2009 por el Fondo Mundial para la Naturaleza (Global Environmental Fund, GEF).

A partir de ese mismo año el proyecto es acogido por el gobierno federal y comienza a operar con recursos fiscales. Adscrita a la Conabio, a partir de febrero de 2011, la Comisión modifica su estructura al crearse la Coordinación General de Corredores y Recursos Biológicos, que, entre otras funciones, tiene la de atender al Corredor Biológico Mesoamericano de México.

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