Cultura ambiental
El consumismo y la política del menor esfuerzo fomentados por el actual modelo de desarrollo económico rebasaron la capacidad de convivencia armónica con la naturaleza.
El ritmo de vida que hoy tenemos y nuestro sistema o modo de consumo nos obligan a ser más responsables de nuestros actos en relación con el cuidado, respeto y utilización de nuestros recursos naturales; esto nos debe alentar a tener un estilo de vida de manera sostenible.
Defender, conservar y mejorar el medio ambiente para las generaciones presentes y futuras se ha convertido en objetivo prioritario de toda la humanidad, lo cual exige nuevas estrategias, medios, recursos, aportes científicos y tecnológicos disponibles.
No obstante, sin duda lo más significativo es el hecho de fortalecer la formación y desarrollo de la conciencia ciudadana para interpretar, comprender y actuar en concordancia con la magnitud de los problemas; es decir, se trata de fomentar una nueva formación cultural que permita retomar la senda de respeto a todo lo que tenga vida, no solo la humana.
Esta nueva tarea por la cultura reclama la participación crítica y activa de individuos y grupos en torno a una visión convergente por y con la naturaleza. En este sentido, la cultura, como forma de vida y convivencia social de todos los pueblos, es incluyente de todas las disciplinas y, particularmente, de la educación.
A diferentes culturas corresponden diferentes creencias, hábitos, usos, costumbres y tradiciones.
Nuestros ancestros eran más conscientes y cuidadosos del medio ambiente; sin embargo, el consumismo y la política del menor esfuerzo fomentados por el actual modelo de desarrollo económico rebasaron la capacidad de convivencia armónica con la naturaleza.
Hoy, la mayoría de la población es incapaz de reconocer lo bueno y lo malo de los recursos silvestres. Aquel conocimiento trasladado de generación en generación y por desgracia no escrito está a punto de ser olvidado y pasar a ser solo una epopeya histórica.
La herbolaria y la medicina natural están en la mente privilegiada de algunas personas, pero están por perderse si no se recobra su utilidad y uso. En este sentido, la educación, como componente básico cultural, resulta ser el medio idóneo para lograr abatir diferencias raciales, sociales, económicas, políticas y culturales.
Los componentes del proceso formativo intentan como utopía el perfeccionamiento humano y, al mismo tiempo, una nueva relación de armonía con la naturaleza.
Hoy en Yucatán termina un programa de dos meses impulsado por el gobierno del estado denominado “Festival de la Veda”, que trajo consigo no solo una promoción para los principales puertos del litoral yucateco, sino impulso a una cultura de sustentabilidad con acciones que tuvieron mucho éxito en la limpiezas de zonas de playa.
Se dieron cita miles de personas que al limpiar esos espacios se percataron del daño que hacemos a nuestros ecosistemas si tiramos basura y conocieron el origen y destino de nuestros residuos generados y nuestro exceso de consumo. “El lugar más limpio no es el que más se barre, sino el que menos se ensucia”.