Vida agitada sin grandes cambios
Jacinto Herrera León: Vida agitada sin grandes cambios
Son las 11 de la noche, llegando a casa después de un ajetreado día y aún falta preparar la presentación de algún proyecto, cápsula de salud, o artículo para Novedades Yucatán. Para colmo de males, sentimos que algún virus intenta quebrantar la salud, que cual combustible de alto octanaje mantiene viva la aún pujante energía a pesar del desgaste acumulado. No se descansa lo suficiente, toda vez que en el día a día no sólo están las obligaciones laborales, sino también las acciones y obras que se realizan tan sólo por el placer de hacerlas, sin esperar nada a cambio.
Continuando con este pasaje, cual saga de cortometraje, nos topamos con el otro escenario que contrasta a la luz de la reflexión. Dentro de esas paredes llenas de vivencias y calor de hogar, encontramos muchas veces a la familia durmiendo y la ligera cena preparada por tu esposa en el cajón del microondas. Finalmente, después de la pausa ecléctica, te dispones a distribuir en la mesa de trabajo todo el material que requieres para terminar con lo planeado, robándole un par de horas al sueño que con justicia exige nuestro cuerpo. ¿Cuántos de ustedes amables lectores se identifican con lo dictado?
Sí, el trabajo y las exigencias se han multiplicado como parte de este mundo apocalíptico, lleno de reacomodos, donde la magia de hacer mucho con nada se han vuelto la constante.
No se ha necesitado transitar por alguna guerra en nuestro México, tan sólo estamos cosechando el fruto de los actos de la naturaleza, malas decisiones, dispendios, funcionarios mesiánicos y donde aprender del error sigue siendo la máxima en la actual administración pública. Los conflictos arrecian y en la cadena de mando quienes dan la cara son los que menos culpa tienen. La operación avestruz no aplica para el mortal de la calle, quien cual valiente soldado al frente del campo de batalla defiende la trinchera, mientras que los altos mandos con cobardía se ocultan de la realidad galopante.
Hay que reconocer que se intenta construir en 3 días (cual pasaje bíblico) lo que durante décadas se descuido. En materia de Salud, Educación y Seguridad por no dejar de mencionar, se busca faro de luz, dentro de la nebulosa oscura que domina el camino. Diario se intenta modificar la geometría del devenir cotidiano sin lograr hasta el momento encontrar la cuadratura al círculo.
Con las anteriores reflexiones, sólo intento dejar claro que nos tocaron las “vacas flacas”, y que habrá que seguir luchando y empujando hacia delante. No podemos heredar a nuestros hijos un apocalipsis, hay que rediseñar inteligentemente nuestro proyecto de vida como ciudadanos y profesionistas.
No te desanimes cuando sientas desfallecer, cada decisión, cada vida salvada con nada y cada alumno que logra terminar sus estudios y aprende a vivir con el fruto de su trabajo honesto y digno, son el “garbanzo de a libra” que enaltece y da razón a tu existir.