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Si tienes la edad suficiente, probablemente te tocó alguna vez ajustar, haciendo girar una ruedita metálica, la altura de aquella mecha plana que se humedecía con el queroseno almacenado en el depósito inferior, para regular la intensidad de la luz que emitía el quinqué a través de su pantalla de vidrio.

La quema de combustibles fósiles es la principal causa de la emisión diaria de 152 millones de toneladas de contaminación de origen humano causante de cambio climático. La energía calorífica atrapada por esa contaminación equivale a hacer explotar cada día 500,000 bombas atómicas de primera generación, como la Little Boy y la Fat Man detonadas el 6 y el 9 de agosto de 1945 sobre Hiroshima y Nagasaki, respectivamente.

Esto nos da una idea de lo gigantesco que resulta el desafío de la emergencia climática, y clarifica el motivo por el cual debemos incrementar la ambición de las metas, y la velocidad a la que implementamos las acciones encaminadas a lograr la neutralidad de carbono antes del año 2050. Mientras avanzamos en la instalación de paneles solares en nuestras azoteas, y cambiamos a automóviles híbridos y eléctricos cero emisiones, hay sectores en los que la transición a energéticos completamente limpios es más compleja y podría tomar más tiempo.

Mañana, a partir de la medianoche y en las siguientes 24 horas, 100,000 aeronaves comerciales despegarán desde alguna terminal aérea y 75,000 barcos cargueros y pesqueros zarparán desde algún puerto de nuestro planeta. Un avión, emitirá a la atmósfera en promedio, 250 g de CO2e por cada kilómetro volado, por cada pasajero transportado.

Un solo navío de carga, puede consumir diariamente, 175,000 litros de combustible fósil sucio, que liberará la misma cantidad de dióxido de azufre (SO2) que emiten 300 millones de automóviles. Clean Planet Energy, una compañía del Reino Unido, desarrolló y registró un combustible ultra limpio hecho con plásticos no reciclables, que es una variedad de queroseno para aviación, al que han denominado EN15940.

Afirman que este queroseno, puede ser usado por esos cien mil aviones y setenta y cinco mil barcos que mañana, y todos los días, surcarán los cielos y los océanos, pero su quema liberará un 75% menos de CO2 que su alternativa fósil, y sus emisiones de dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno, son tan bajos, que se consideran despreciables para efectos prácticos.

Además, en su fabricación, se habrá evitado que 8 millones de toneladas de plástico lleguen a los océanos, para ser convertidas en este combustible ultra limpio. Desde luego, reducir un 75% las emisiones de CO2 no es lo mismo que reducirlas a cero, pero este avance de Clean Planet Energy representa, en caso de poder dar el gran paso de masificar su producción y utilización, un extraordinario esfuerzo por ganarle la partida a la emergencia climática que amenaza a la humanidad.

Resulta interesante pensar que un descendiente de aquel queroseno que usaba nuestro quinqué para iluminarnos, haya viajado desde el pasado, y venga a ayudarnos hoy para vencer este desafío.

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