Iglesias evangélicas, posmodernidad y sociedad (y V)
Joed Amílcar Peña Alcocer: Iglesias evangélicas, posmodernidad y sociedad (y V)
Por mucho tiempo Darwin y la evolución fueron el gran enemigo del pensamiento cristiano, la idea de que el humano proviene del mono no cayó en gracia en ninguna denominación que basara su construcción cosmogónica en los textos bíblicos. No obstante, eso no evitó que el saber confesional sobre la creación prevaleciera en los círculos de fe. Esto sólo quiere decir que ambos saberes, el que proviene de la ciencia y el que proviene de una convicción religiosa tienen cabida en el mundo, sus términos de convivencia son los que marcarán su derrotero.
En el panorama actual ese camino a recorrer no es visible. Para las iglesias evangélicas el sistema público, en especial el educativo, brindó motivos para el aislamiento al considerar que intervenían con el derecho de los padres a criar a los hijos. Encontramos una nueva confusión, se debe clarificar que la crianza no es lo mismo que la enseñanza académica, en la escuela no crían, brindan conocimiento académico. La precisión conceptual puede llevarnos a buenos finales, por el contrario, el desconocer los conceptos nos puede llevar a un resultado, por lo menos, poco firme.
Todo este panorama al interior de las iglesias ha dado pie a un debate sobre la educaciónpública en México y cómo la iglesia debería de actuar. Una de las opciones más publicitadas es la escuela en casa, una acción individual que aprovecha la libertad de enseñanza al interior del hogar y puede ser reconocida por el Estado. Pero lo que se hace evidente en este proceso es que no existe una propuesta que provenga de los organismos rectores de las iglesias evangélicas, concretamente en el caso del presbiterianismo mexicano es llamativo el hecho que no ha habido un llamado a reformar o contextualizar uno de sus elementos más distintivos: la Escuela de Formación Cristiana (EFC), antes llamada Escuela Dominical.
Retomando la reflexión sobre lugar evangélico en el debate nacional, ¿por qué reaccionan de una manera tan decidida ante una modificación menor dentro de un entramado de reformas más amplias? La publicación de un conjunto de libros movió a diversos sectores religiosos no católicos, pero no así las reformas que sustentan el cambio en la política y práctica educativa en nuestro país. ¿Una iglesia que influye o que es influida por actores externos a ella? Pregunta pertinente si observamos que este debate tiene más tintes de lucha por el poder terrenal que por el bienestar espiritual. Es importante que asumamos el ejercicio crítico/valorativo como condición necesaria para tener una voz relevante en nuestros contextos. Ante la crítica que la iglesia presenta varias voces la cuestionan: ¿cuándo hubo posicionamiento por otros grandes temas de interés social? El tren maya, el acaparamiento inmobiliario, ¿qué mensajes destinan a los presbiteriano rurales? Los discursos muchas veces son de la ciudad y para la ciudad y ¿qué decir de la falta de producción teológica contextualizada?
Una iglesia relevante lo es primero para sus integrantes, aquellos que están en las grandes iglesias y aquellos que están en las pequeñas congregaciones de la ruralidad. Después, desde el argumento fundado, lo será para la sociedad en su conjunto. ¿Acaso esto último no es la gran comisión? Apelar a lo espiritual y apelar al entendimiento, al saber, a la razón.