El amor está en los libros

Columna de Rosely Quijano: El amor está en los libros

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No hay mejor lugar para conocer un gran amor, sentirlo, sufrirlo, disfrutarlo, y salir ileso (o casi), sino es en un libro. Las grandes historias de amor siempre mudan a la pantalla, pero siempre primero estuvieron impresas en una página.

Historias de amor reales o ficticias, la literatura se alimenta de ellas y por eso el amor es, junto con la muerte, el tema inagotable para las letras. Y como ya se acerca el 14 de febrero, el día en que el amor dicen que está en el aire, les quiero mostrar que también está en los libros. Dos grandes ejemplos, “El tiempo entre costuras” y “La templanza” de María Dueñas, ambas novelas convertidas en series, muy bien producidas, que van a incendiar tu corazón.

Quizá la poesía es la que más ha abrevado del amor, el desamor y todas sus vertientes. Mi libro favorito es “Amores de nunca acabar” de Agustín Monsreal, en donde inventa palabras y nuevas formas de nombrar al amor: “¿Quién dijo que el amor/ temprano o tarde/ te suplicia/ te zozobra/te arrastra al precipicio?”.

Y también recomendaría otros que no son la poesía culta y canónica, pero sí de esa que se cuela por los huesos enamorados: “Todos mis futuros son contigo” de Marwan (el del epígrafe) y “Aquella orilla nuestra” de Elvira Sastre, de versos cortos, pero que queman como algunos amores: “Lo otro eran simulacros/ tú eres el incendio”.

Y los amores prohibidos son los más seductores; pienso al menos en dos novelas: “Amores adúlteros…el final” de Beatriz Rivas y Federico Traeger, sin duda un amor explosivo destinado a morir desde que empieza, pero aquí nos plantea la gran duda de porqué si los amores prohibidos están destinados a fracasar ¿por qué son tan deseables?; tal vez un atisbo de respuesta esté en la novela “Las horas furtivas” de Mauricio Carrera, otro amor clandestino que nos muestra el amor como promesa y como fracaso.

Y si quieren saber de amores tórridos, pero reales, lean “Parejas” de Guadalupe Loaeza, una crónica convertida en “travesía al centro de las pasiones”.

La lista es interminable, películas, libros, series donde el amor es el protagonista, y quienes leemos nos embriagamos con esas historias hasta tal punto que olvidamos que el amor es real y existe, porque sólo lo conocimos y lo hemos vivido en los libros, pero basta a veces con levantar la vista, dejar el libro por un momento, para encontrarnos con esos ojos y esa sonrisa que se cuelan en nuestro corazón y nos muestran que el amor no sólo está en los libros, está en la vida misma, y quién sabe si salgas ileso, pero vívelo, inténtalo, ama, pero no dejes de leer.

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