El privilegio de leer

Columna de Rosely Quijano León: El privilegio de leer

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El próximo 23 de abril es Día Internacional del Libro, buen momento para reflexionar si la lectura sigue siendo hoy una práctica social fundamental para generar una conciencia crítica en los individuos y, por lo tanto, una sociedad más analítica y racional de su entorno y realidad.

El actual escenario político-electoral que se presenta hoy a través de las redes sociales nos demuestra la precariedad del lenguaje, y las limitaciones en el pensamiento crítico y la expresión oral en la gran mayoría de los candidatos. Así como la polarización en la lluvia de comentarios que demuestran cero objetividad, mucha demagogia y apasionamientos hacia uno u otro lado. La democracia se convirtió en likes y número de vistas.

En México se lee muy poco, lo dicen las estadísticas del Molec, del Inegi, de la Caniem y muchas otras; tenemos el promedio más bajo de los países latinoamericanos. Pero nada de qué asombrarnos, ya lo vaticinaban hace mucho, a un gobierno no le interesa tener un pueblo lector, es decir, un pueblo consciente, informado, objetivo y crítico.

Por eso leer en México es un privilegio. No sólo por el precio elevado de los libros, aun con la famosa ley del precio único, sino también por lo complejo de la distribución, los nulos apoyos a la industria del libro, a los fracasos en los programas de fomento a la lectura y también, seamos honestos, a que cada vez nos importa menos leer todo lo que no sea el chisme del momento.

Leer un libro que tiene en promedio 150 páginas, requerirá tiempo, mucho, atención, dinero invertido, ¿por qué hacerlo si hoy, con la inmediatez de un reel o un TikTok estás “informado” y “actualizado” con los contenidos virales? Dedicarte a leer un libro implica darse el privilegio de evadirse del mundo y perderte en las sombras de sus páginas, implica detenerte, ponerle pausa a tu vida y sumergirte en las profundidades del mar en una playa desierta.

Y sin embargo, la gente no va a dejar de consumir libros ni de leer; lo cierto es que hoy leemos de diferentes formas, en distintos formatos y varios textos al mismo tiempo. Leer el libro en físico no es la única forma de leer, no obstante, las encuestas sólo cuentan a lectores de libros, a los privilegiados.

Eso, tendría que cambiar ya pronto, porque los lectores somos muchos más de lo que se cree. La lectura siempre ha tenido sus privilegios y los seguirá teniendo, aunque se diversifiquen sus formatos, sus tiempos, temas y formas.

El libro es un espejo de la vida y un faro de esperanza, tenemos que seguir mirándonos en ese espejo y tenemos que seguir alumbrando desde ese faro. Leer es un privilegio, pero todos podemos correr con la suerte de tenerlo, basta un buen libro y tu tiempo.

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