El virus de la escritura

Columna de Rosely Quijano León: El virus de la escritura

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Paciente: Edgardo Arredondo. Ocupación: escritor y Médico. Síntomas: recaída por décima vez, contrajo el virus de querer contar historias, en este caso, del Aedes aegypti.

La fascinante historia de una enfermedad que mató a millones de personas durante el siglo XIX y gran parte del XX fue el detonante para que, una vez más, el Dr. Edgardo Arredondo, nos presente un nuevo libro, “Amarílico. (A la caza de un asesino)” (Ed. Felou).

Esta novela histórica que transita con naturalidad con otros géneros como el ensayo científico y la biografía novelada, tiene la virtud de tener como protagonista a una enfermedad: la fiebre amarilla; como personajes principales a varios de los médicos que con sus investigaciones contribuyeron a descubrir al causante de la enfermedad y combatirla, como Carlos J. Finlay, Harald Siedelin, Max Theiler e Hideyo Noguchi; y al antagonista, el mosquito Aedes aegypti. Con “Amarílico” no sólo vamos a conocer los derroteros de la medicina, en especial en una época donde aún hay pocos avances en la ciencia y en la tecnología para detectar el origen de las enfermedades.

Así, viajaremos desde 1823 en la goleta Santa Gertrudis donde viaja el doctor Edward Finlay de Cádiz rumbo al Caribe, y desde donde inicia la cadena de médicos que dedicarán su vida a la investigación de la fiebre amarilla que azotó implacablemente a muchos países, médicos que incluso murieron a causa de la misma enfermedad que luchaban por erradicar.

Inmersos en la época y el mundo de la medicina, el autor tiene el gran acierto de abrirnos las puertas de las conversaciones entre médicos, y dejarnos ver que en ese entorno también la envidia, los celos profesionales, las injusticias y los ventajismos no le son ajenos. Una realidad que sigue imperando en nuestros tiempos.

No siempre el Premio o Reconocimiento le corresponde a una sola persona, siempre hay mucha gente, un equipo que lo hace posible. Y una vez más, el autor nos deja ver el lado humano al retratar a cada uno de estos médicos con sus ambivalencias y rasgos, al fin, humanos.

La ciencia también es víctima de la arrogancia y la egolatría. Pero el verdadero triunfo es cuando se logra la vacuna y se salvan miles de vidas.

Este ambiente que se logra consolidar en la novela al crear la atmósfera de las Universidades, los Laboratorios y la vida de los personajes según la época, así como su forma cotidiana de hablar, recuerda mucho a la novela “Extrañas” de Guillermo Arriaga que hace una buena intertextualidad con esta novela, llevando el tema de la medicina en épocas pasadas al presente de nuestros ojos lectores. “Amarílico” es una mirada a cómo algo tan pequeño, como un mosquito, puede causar hasta la muerte, y es una muestra más del talento de su autor para narrar con soltura, con intriga y con humor lo que fue en su momento una catástrofe que, en cualquier descuido humano, se podría volver a repetir.

La lectura nos advierte, aún en la ficción. Diagnóstico: infectado con el virus de la escritura. Tratamiento: cuidados paliativos. No hay cura para erradicar este virus. 

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