Economía enferma y una zona para delinquir

Felipe Escalante: Economía enferma y una zona para delinquir

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

COVID DE LA ECONOMÍA. El doctor Raúl Vela Sosa, recipiendario de la Medalla Eligio Ancona -máximo reconocimiento otorgado de manera conjunta por el Gobierno del Estado y la Universidad Autónoma de Yucatán-, también es aficionado a la cacería de gazapos. Como hábil batidor el buen amigo envía a esta columna la nota publicada en un diario local: “El FMI destaca la mejora tras Covid de la economía”.

“¿Entonces la economía tuvo Covid?”, ironiza el Dr. Vela. Aquella frase se presta a más de una interpretación, es una anfibología. La redacción correcta debe ser: “El FMI destaca la mejora de la economía tras Covid”.

La resortera realiza su primer trabajo de la semana. La pedrada envía a tierra el vistoso ejemplar y lo depositamos en la buchaca. Gracias por el gazapo, estimado amigo Raúl.
ZONA PARA DELINQUIR. En su sección de Policía un diario peninsular publica una noticia de lo más interesante. El título dice así: “Temor de delitos. Un grupo de músicos de Peto alerta de posible modus operandi en carreteras de la zona para delinquir”.

¡Ooohhh! ¿Una zona para delinquir? ¿Será un territorio para los “abrazos, no balazos” de la política presidencial? Sabemos también que desde los primeros tiempos del gobierno porfirista hasta el periodo del monógamo y abstemio presidente Echeverría -quien las suprimió totalmente-, existían en el país las llamadas “zonas de tolerancia”, donde había horario sin límites para la venta de bebidas alcohólicas y las mujeres ejercían el oficio más antiguo del mundo.

Pero, no es posible que las autoridades establezcan regiones o parajes destinados a la comisión de delitos. Falta claridad en el escrito, aquí hay otra anfibología. Debió de decirse: “Un grupo de músicos de Peto alerta de posible modus operandi para delinquir en carreteras de la zona”.

La honda entra en acción, el fuerte impacto derriba la segunda pieza de hoy y la guardamos en la talega.

GRANDE DESAFÍO. Vía electrónica nuestro amigo del micrófono Mario Chacón Medina nos dice “Muy mal” y nos remite el feo epígrafe de un diario local: “Ante un grande desafío”. Esta cacofonía se produce por la repetición innecesaria de un sonido en una misma frase. Para evitar ese vicio del lenguaje es mejor usar el apócope del adjetivo “grande” y suprimir el sonido final de esa palabra: “Ante un gran desafío”.

El tirahule no perdona, dispara gruesa piedra hacia el “grande desafío”, el gazapo convulsiona y luego queda inerte, lo recogemos en el sabucán y damos fin a la excursión sabatina. Muchas gracias, apreciado amigo Mario.
Hasta el próximo tirahulazo.

Lo más leído

skeleton





skeleton