La transformación de una sociedad reclama acciones ancla que den soporte a un mandato para construir una nueva y mejor realidad. Esos elementos tienen generalmente dos pilares: los proyectos estratégicos y las reformas legales trascendentales. En Novedades Yucatán queremos analizar en esta ocasión el rubro de los proyectos estratégicos hacia el 2024-2030.

Joaquín Díaz Mena tiene un mandato y una responsabilidad de transformación y ello pasa, por fuerza histórica, por proyectos estratégicos. La última ocasión que Yucatán tuvo un momento similar hacia lo social y la atención de los sectores amplios de la población fue hace casi un siglo y el ritmo de trabajo fue frenético para la época y el contexto.

En mucho la estructura legal de la transformación la tendió Salvador Alvarado y la concreción en instituciones y obras de ese capítulo estuvo a cargo de Felipe Carrillo Puerto. Sin duda, en su momento el Gobernador Electo presentará su visión de horizonte legal y normativo para el Estado y habrá que estar muy atentos a ello. Lo que sí empieza a quedar claro en el panorama es su prioridad para los grandes proyectos, algo que en campaña en mucho agrupó bajo la etiqueta de Renacimiento Maya, un aspecto que ya abordamos en editoriales previas. Ahora podemos ir un poco más a detalle.

Los 17 meses que Felipe Carrillo Puerto fue gobernador resultaron vertiginosos. En ese puñado de días se repartieron más de 650 mil hectáreas para decenas de miles de familias, como parte de la política agraria y de igualdad social; se construyeron caminos a poblaciones y centros arqueológicos para reiniciar el rescate del legado maya; se fundó lo que sería la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), escuelas de oficios y cientos de escuelas de educación básica. Números y acciones impresionantes para ese tiempo, así como la población y los recursos del Estado en ese momento.

Ahora en 2024, curiosamente en el año que ha sido declarado por el Gobierno Federal de Andrés Manuel López Obrador como el año de Felipe Carrillo Puerto, en Yucatán llega otro momento clave. Las preguntas entonces son claras si seguimos la cronología social.

¿Cuál será el equivalente hoy a las 650 mil hectáreas del reparto agrario de Felipe Carrillo Puerto? ¿Qué acciones en favor del patrimonio directo y concreto de las familias del estado se llevarán a cabo en el próximo gobierno para hacerlas partícipes plenas de la prosperidad generada en el crecimiento económico de las últimas décadas? Esas son preguntas que requerirán respuestas directas y certeras, pues el compartir la prosperidad y tener un estado más parejo que cierre las brechas de desigualdad es una de las grandes promesas que explican el viraje en Yucatán el pasado 2 de junio.

Hace un siglo la respuesta fue el reparto agrario, ahora ¿qué reparto y qué compartir se hará posible en las condiciones y contexto del siglo XXI? Hace un siglo fueron los caminos y la restauración inicial del legado Maya lo que construyó una gubernatura trascendental. Ahora cuáles serán las respuestas logísticas que integren a la población, lo mismo en el Tren Maya, que en el Puerto de Altura o la solución a las fuertes limitantes de carga eléctrica que enfrenta la expansión urbana en Yucatán. ¿Cuáles serán las políticas de fomento logístico y económico que en el mundo contemporáneo serán el equivalente en la memoria colectiva a lo que hicieron Alvarado y Carrillo Puerto hace diez décadas?

Y lo mismo en materia de formación de capital humano. Hace un siglo la respuesta a la sed de transformación fue la Uady y las escuelas más elementales, ahora es importante definir qué medidas y proyectos estratégicos jugarán el mismo papel de formar a nuevas generaciones de Yucatecos para una sociedad más igualitaria e incluyente.

En suma, en la historia no hay coincidencias, sino ciclos que marcan el latir de las sociedades, en el año de Felipe Carrillo Puerto una transformación que se dice heredera legítima de su legado asumirá el poder y habrá que estar muy atentos al catálogo de acciones y proyectos de gran calado con los que aspira a ser equivalente, trascendente y la respuesta que los ciudadanos yucatecos esperan. Novedades Yucatán confía en que viviremos tiempos históricos y memorables.