|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

De su intención de “de desaparecer al Ejército y convertirlo en Guardia Nacional”, como declaró en julio del año pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador pasó este 19 de febrero al agradecimiento a la milicia por estar con la Cuarta Transformación, pues afirmó que su gobierno ha recibido entrega plena para acabar con el cáncer de la corrupción y garantizar la paz en el país.

Ese día fue el marco ideal para la “reconciliación” del presidente con las fuerzas armadas: felicitó a los titulares de Defensa y Marina, afirmó que el Ejército es confiable y sirve a la patria, aseguró que no es una corporación elitista, sino que ha conservado su carácter popular, admitió que los de mayor rango no son millonarios ni forman parte de la oligarquía como en otros países, y que el pueblo respeta, quiere y admira al Ejército Mexicano.

Además, el mandatario les dio las gracias “por no escuchar el canto de las sirenas y por dar la espalda a la traición y el golpismo”, en alusión a aquel mensaje de un general, que descontextualizaron varios medios y que motivó la referencia innecesaria porque soldados y marinos entienden perfectamente los conceptos de lealtad, patriotismo, honor, entre otros, parte de la doctrina castrense (de nuestro México) que permite transitar de un comandante a otro sin perder de vista la institucionalidad.

Respecto a la metáfora que alude al gran poder de seducción de las ondinas, relatada por Homero en La Odisea, a quienes describe como seres que “hechizan a todos los hombres que se acercan a ellas”, también puede tener su lado positivo, porque muchos siguen siendo atraídos por el canto de las sirenas para formar parte del Ejército o de la Marina, y muchos padres también se interesan por las opciones en escuelas navales y militares donde la educación no solo es gratuita sino que además ofrece alojamiento, alimentación, vestuario y equipo a los alumnos que se preparan para servir a la nación en una profesión con futuro promisorio.

Y es que los hombres y mujeres de uniforme siguen atrayendo a los pequeños porque infunden respeto al estar revestidos de autoridad y valores universales como disciplina, responsabilidad, lealtad y amor a la patria. Los de verde olivo, con casco, botas y sofisticado armamento encarnan al héroe que admiramos desde la infancia y nos emociona verlos desfilar con gallardía y perfecta sincronía.

Al celebrar el miércoles su 107 aniversario, el Ejército vive hoy un proceso de transformación y modernización, manteniendo el origen popular entre sus filas. Por ello, debemos congratularnos de contar con una institución garante de la soberanía nacional y coadyuvante del progreso del país, que cuenta con mujeres y hombres con sólida moral, espíritu de cuerpo, principios disciplinarios y arraigada vocación de servicio, que siempre están en los momentos difíciles para ayudar al pueblo.

Bocanegra no se equivocó al escribir en el Himno Nacional que el cielo dio a la patria un soldado en cada hijo.

Anexo "1"

"Nuestros hermanos los verdes"

En el lejano 1977 escuché esta frase del capitán de corbeta José Roberto Toxtle, entonces comandante de la Cuarta Compañía de Infantería de Marina. Era, en efecto, una forma coloquial para referirse al personal del Ejército. "Los verdes", que a su vez, nos decían "los pingüinos".

Todo era en referencia al color de los uniformes, ninguna alusión ofensiva, por supuesto, porque jamás hubo ni hay ninguna diferencia entre soldados y navales, todo lo contrario. Al coincidir en algún evento afloran las deferencias y atenciones de uno y otro lado. Y ni qué decir entre comandantes de los cuerpos.

Hoy, ese compañerismo y respeto se manifiesta en los operativos conjuntos que realizan ambas instituciones. Donde sí surge la rivalidad es en algún evento deportivo o en los desfiles, donde marinos y soldados se esfuerzan por destacar. Fuera de eso, para los marinos, los soldados siguen siendo "nuestros hermanos los verdes".

Yo tengo la fortuna de convivir casi a diario con varios mandos retirados del Ejército, de quienes recibo atenciones y respeto, que es recíproco porque somos hermanos de instituciones que nos formaron con disciplina y valores.

Lo más leído

skeleton





skeleton