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El cambio climático puede ya estar comenzando a afectar las poblaciones costeras del mundo por dos razones: el ascenso en el nivel del mar y aumento de la frecuencia y magnitud de tormentas y huracanes, según un estudio denominado Riesgo de inundación ante lluvias extremas en el karst de la ciudad de Mérida, de Francisco Bautista Zúñiga y Yameli Aguilar Duarte.

Ambos efectos del cambio climático podrían presentarse en las tierras bajas del karst de Yucatán (Appendini et al., 2019), las planicies litorales y las planicies kársticas, todas ellas con altitudes menores de 10 metros sobre el nivel del mar (msnm).

El desconocimiento del funcionamiento de los paisajes geográficos y del funcionamiento de los flujos subterráneos del agua en condiciones de karst dificultan una planificación adecuada del uso del territorio, particularmente en las zonas urbanas (Dávila y León, 2011). La generación de mapas de riesgo es una forma de alerta temprana que debe seguir utilizándose en la planificación de infraestructura urbana y carretera.

Los huracanes y tormentas tropicales han causado inundaciones en el estado de Yucatán año tras año; pero durante 2020 la precipitación pluvial fue superior al 150% anual, debido a la presencia de tres huracanes y dos tormentas tropicales. Las inundaciones emergieron en la parte baja de la planicie kárstica-costera debido a la gran precipitación pluvial del centro y sur de Yucatán.

Los eventos hidrometeorológicos extremos que originaron las inundaciones en el municipio de Mérida fueron: las tormentas “Amanda” y “Cristóbal”, que sucedieron del 29 de mayo al 7 de junio, ambas con lluvias torrenciales durante nueve días consecutivos; los huracanes “Gamma” (del 29 de septiembre al 5 de octubre) y Delta (del 6 al 8 de octubre) ambos con categoría 2, y el huracán “Zeta” que llegó con categoría 1 (del 26 al 28 de octubre), según el Servicio Mareográfico Nacional.

Tormentas y huracanes generaron procesos en el mar, como el incremento en el nivel del agua por efecto de la marea de tormenta; procesos tierra adentro como fuertes vientos y lluvias intensas y prolongadas que provocaron un aumento de la recarga de los acuíferos; aumento del nivel freático y, consecuentemente, las inundaciones en el municipio de Mérida. Dichas inundaciones fueron motivo de numerosos comentarios en las redes sociales. No estuvieron previstas en el Atlas de Riesgo del Municipio de Mérida (2018). Eso motivó la realización de este trabajo sobre el riesgo de inundación ante eventos meteorológicos extremos.

Los eventos meteorológicos extremos deben ser contemplados en la planeación del uso del territorio (Ihl et al., 2007), esta es la razón de que se argumente que los desastres son social y políticamente construidos. Los gobiernos deben tomar decisiones para proteger a la población y tomar en cuenta las estrategias de acción de la población (Hernández-Aguilar y López-Montejo, 2020; Metcalfe et al, 2020). Las pérdidas materiales fueron cuantiosas y también hubo varios decesos. Particularmente, al norte de Mérida se suscitaron inundaciones en varias zonas urbanas y rurales debido al ascenso del agua del manto freático a la superficie.

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